miércoles, 26 de abril de 2006

LA MANZANA

Sib (1998)
Dir.: Samira Makhmalbaf
Irán

elink (iraní)
subtítulos (inglés)


Cuando hablas de cine iraní, casi todo el mundo piensa que es para tirarte el rollo y dártelas de intelectual, que esas pelis son un puto coñazo para pedantes. Y yo no voy a negar que a veces se pasen de autocomplacientes, pero sólo a veces. Porque en general no son complicados experimentos comprensibles sólo para quien tenga masters en teoría cinematográfica; de hecho, suelen ser historias sencillas, que sólo exigen una mente abierta para otra forma de contarlas diferente a la que estamos acostumbrado. Y, si a uno le sale bien y consigue entrar, encontrará pelis muy humanas, y hasta humanistas, tremendamente libres, con una autenticidad casi completamente perdida en el resto de cinematografías mundiales. Además, suelen proponer fascinantes juegos y reflexiones sobre la ficción y la realidad, o el cine y la realidad. "La manzana" es un ejemplo de todo esto, quizá el mejor, relativamente accesible para quien quiera darle la oportunidad a una forma diferente de entender el cine, que no busque tanto un argumento y una estructura occidental, sino retratos y situaciones de personas y personajes.


"La manzana" está, como tantas otras pelis iraníes, a medio camino entre el documental y la ficción. La historia real es que dos hermanas de 11 años no salieron de su casa hasta esa edad, cuando la presión vecinal lo consiguió. Su padre, clavadito al señor Barragán, es un pobre diablo que vive de lo que le dan los demás a cambio de rezos, su madre una ciega. Ellas dos se han quedado medio lelas y, con la ayuda de una asistente social, consiguen poco a poco salir a la calle, al mundo y hasta hacer amigos. Samira, la directora, leyó esta historia y, con sólo 18 años y unos rollos de película que le habían sobrado a una peli de su padre, se fue a su casa y rodó esto en 11 días. Convirtiendo a las personas en personajes, les hace representar situaciones que son su día a día. Y todo esto que podría parecer sobre el papel un dramón, en realidad es una bonita historia llena de aventuras, tan tierna que le tiene siempre con un nudo en la garganta y la lagrimica a punto de salir.

El título viene por el gusto de las hermanas por las manzanas, y está usado con su significado metafórico tradicional, el de lo que se persigue y se desea, vaya. Los subtítulos ponen el único pero, por esa absurda manía de traducir siempre "Alá" como "Dios", que podemos ver también en cualquier medio de comunicación. Sin prisas, seguimos los intentos de la asistente social para ayudar a las niñas, las justificaciones del padre por haberlas mantenido encerradas toda su vida, con argumentos sacados de un viejo libro escolar. A pesar de ser un país tan represor con las mujeres, aquí las vemos moverse con cierta libertad. La persona/personaje que se lleva la peor parte es la madre, envuelta en una sábana que ni siquiera tiene orificios en la cara porque no los necesita (es ciega), y que aparece como un fantasma siniestro, patético y hasta cruel. Por contra, las niñas, aunque muy idas de la chola, tienen un futuro por delante. Las mejores partes de la peli son sus divertidísimas aventuras cuando salen solas a la calle para hacer amigos, con un sentido del humor que a más de uno sorprendería. Los niños que se van encontrando, entre cabritos y bondadosos, demuestran que las personas son las mismas en lo esencial en todo el mundo, por muy condicionadas que estén por la sociedad. Una experiencia preciosa y llena de comprensión por sus personajes/personas, con un apabullante talento innato de la directora que, con ayuda de su padre (co-guionista y montador), consigue algunas imágenes de una poesía inmensa. Como la que abre "La manzana": vemos un brazo regando una maceta, y el agua apenas llega porque la chica está aprisionada por unos barrotes.

domingo, 23 de abril de 2006

Mis Terrores Favoritos (V): LA NOVIA DEL DIABLO

(esto es una mudanza con pequeños cambios de un post que ya puse en el antiguo blog)

The Devil Rides Out (1968)
Dir.: Terence Fisher
Gran Bretaña

elink (inglés)
subtítulos (castellano)


El subgénero satánico y cultista es una de las especializaciones del horror que más número de alegrías y escalofríos nos da por metro cuadrado. Si además está hecho con todo el gotiquismo infalible de la Hammer, no puede salir sino una maravilla. Los nombres principales: Terence Fisher, Christopher Lee y... ¡Richard Matheson! Un hombre que siento que no está suficientemente reivindicado, y que es el mejor autor/guionista de terror palomitero que ha existido jamás. Aquí adapta una novela ajena (de Dennis Whitley) que parece que es bastante famosa, pero su sello está presente. Porque "The Devil Rides Out" es, de principio a fin, un apasionante recorrido por las mil y una tretas de Satán para salirse con la suya, una impresionante sucesión de climax de horror. ¿Desarrollo del argumento? ¿Para qué? Esto es la versión del dicho musical "no nos aburráis, dadnos el estribillo". Nada más empezar, los protas llegan a un encuentro de una sociedad astronómica. "Vaya, yo ya sé que eso es un círculo satánico, en fin, esperaremos media hora hasta que se decidan a desenmascararlo abiertamente como en las demás pelis de la Hammer". Aún no has terminado de pensar eso, y ya hay un enfrentamiento con una entidad demoníaca. Y así, una y otra vez. Un constante salir de la sartén para caer en las brasas, una huida del Bien perseguido sin tregua por el Mal. Qué virtuosismo del género de los tres grandes nombres de más arriba. Qué uso tan inteligente de la iconografía del Oscuro. Todo un festival de tensión diabólica, acción terrorífica y la inescapable presencia del Mal. ¡Y terror! Porque la peli, sin que sirva de precedente, da miedo. A mí, mucho. No quiero dar más detalles porque, entre rituales, control mental o entes infernales, hay todo un catálogo de las argucias de Belcebú. Al menos la larguísima secuencia de la resistencia en el círculo de protección (en la imagen), homenajeada en "El día de la bestia", tendría que figurar en cualquier best of del género.


¿Es perfecta? Alguna cosita hay, ¿no? Bueno, quizá algunos de los secundarios sobreactúan demasiado, como el líder del círculo satánico, que no tiene tanto carisma como debiera; o que el desarrollo de algunos personajes no es muy creíble. Pero no importa, porque una vez se ha entrado en la vorágine de magia negra, no se puede salir. Odio el término, pero me gusta ser justo con él cuando hay que serlo; y "The Devil Rides Out" merece ser llamada una obra maestra del cine de terror.

sábado, 22 de abril de 2006

El cine atmosférico y EYES OF FIRE

Eyes Of Fire (1983)
Dir.: Avery Crounse
USA

elink (en inglés, VHSRip pero de calidad aceptable, casi sin fuentes por lo que puede tardar semanas)


De entre las muchas cosas que pueden convertir a una película en fascinante, una de las mejores es la atmósfera. Las pelis con atmósfera tienen una magia especial que es imposible de explicar racionalmente; puedes pensar que es el conjunto de la fotografía, de la ambientación/escenario, de una historia extraña, de un ritmo lento. Pero el espectador y el director comparten la experiencia de la atmósfera como algo incomprensible, que les viene dado. Es como si el director recibiera un místico rayo de luz rosa directo a su cabeza con instrucciones para poner la magia en imágenes y sonidos en un estado de duermevela febril, con una lógica onírica. Muy a menudo con razón, nos parece que las pelis de atmósfera son un rollo; el problema es que para disfrutarlas hay que estar suficientemente abstraído de la realidad, cosa complicada cuando no se está en un cine. Pero las verdaderas buenas películas de atmósfera arrastran dentro de ellas, a poco que uno tenga disposición de ser arrastrado; tienen la poderosa habilidad de suspender la incredulidad.


"Eyes of fire" puede ser modelo de película atmosférica y mágica, además metida en un subgénero en el que es casi imposible hacer una peli mala como es la dark fantasy. Antepasado de "El bosque" de Shyamalan que atraviesa por Algernon Blackwood, sucede en la América del siglo XVIII. Un hombre es acusado de adulterio y poligamia y, con la ayuda de su familia y una especie de Dríada pelirroja que crea una burbuja protectora en su balsa, consigue escapar de su ejecución. En la huida se les unen otros renegados, y juntos inician un nuevo asentamiento en un remoto bosque perdido. Será difícil pero no pinta mal. El problema es que no contaban con que era un lugar maldito, hogar de brujería natural y criaturas de un mundo oscuro. Mientras van creando el nuevo hogar y sufren los ataques del bosque, la Dríada está en batalla constante contra las maldiciones.


Todo eso pasa en un valle cerrado, pesadillesco y primordial, oculto por la oscuridad y los árboles centenarios, dominado por la naturaleza y en el que los ríos marcan los límites del mundo real, donde lo único que es real y tiene sentido son las ancestrales creencias de los indios. El director es un fotógrafo y se nota en su uso del color, básicamente unos fuertes azules, y en que preferencia los encuadres al montaje, aprovechando con imaginación y filtros las carencias del presupuesto. Los árboles tienen rostros que someten a los pioneros a una constante vigilancia, y un ser monstruoso ataca y se lleva a alguien de vez en cuando, ayudado por su pequeña tropa de hombrecillos desnudos que por momentos parece una secta pre-hippy. Leah, la extraña hada pelirroja, no cesa en su intento de acabar con el Mal que asola la esperanza de los pioneros, acabando todo en una psicodélica refriega que enfrentará a todos los bandos, y que Crounse probablemente dirigió bajo los efectos del LSD que habría en la savia de la vegetación del lugar. Imperfecta, olvidada y única, aquí hay tanto subconsciente colectivo de la nación dominadora del mundo como cariño por viejas leyendas irlandesas.


viernes, 21 de abril de 2006

Descendents: MILO GOES TO COLLEGE (1982)

(mientras se lee se puede bajar "Suburban home" en mp3 aquí)


¿Qué puede pasar en poco más de 22 minutos? ¿Qué se puede hacer? ¿Ver un capítulo de una sitcom? ¿De una serie de dibujos? La mejor elección es escuchar el "Milo goes to college" de los Descendents. Y mejor aún es escucharlo una y otra vez.

Es la Biblia particular de todo el punk californiano que ha ido saliendo desde 1982, con mejores canciones que cualquier grupo que lo haya imitado, con más actitud y con mucha más diversión. Son 15 perfectos temas, pegadizos, hechos con espíritu de punk de clase media en el buen sentido, que hablan de preocupaciones juveniles y de chicas. Como unos Undertones cabreados o unos Stiff Little Fingers con mala hostia, todos los momentos son perfectos y pegadizos: la inicial "Myage" (con un riff de bajo que es una declaración de intenciones y posiblemente el mejor comienzo de un disco punk); la reivindicación del guarrismo de "I'm not a loser" o "I'm not a punk" (aquí están las armonías vocales que luego tomarían NOFX y compañía); teenage angst contra la sobreprotección paterna en "Parents"; la directa crítica a la vida prefabricada de la imparable "Suburban home" (I want to be masochistic / I want to be a statistic / I want to be a clone); el pop menos escondido en "Hope" o "Bikeage"; la chica especial de "Kabuki girl". Y sobre todo el momento final que tendría que haber definido el dichoso emo: "Jean is dead", un minuto y medio de impotencia ante la pérdida de alguien querido, con toda la caña y la melodía de las anteriores.

El secreto está, por ejemplo, en la voz de Milo Auckerman, uno de los mejores cantantes que ha habido en el punk, capaz de llenar cada palabra a la vez de odio, emoción, diversión y ganas de montarla. Y tanto bajo como guitarra o batería, suenan urgentes y directos, que hacen que la escucha sea fácil y pegadiza, se puede uno poner seguido el disco una y otra vez, se puede saltar y gritar por la habitación o animar cualquier fiesta, o montar un pogo brutal. Mundo postadolescente con espíritu adolescente.

jueves, 20 de abril de 2006

Contra el término "gafapasta" (con retórica de autoayuda)

¿Por qué se detesta el término friki pero se usa el de gafapasta? ¿Por qué es tan malo considerar a alguien gafapasta? Primero, ¿qué se entiende por gafapasta? Además de una palabra horrible, se supone que es alguien que disfruta con el cine de autor, que es pedante y pretencioso y con cierto complejo de superioridad, que se empeña en buscar significados trascendentes en, principalmente, el cine. ¿Y por qué es esto tan horrible? Por ese complejo de superioridad, que da bastante asco; esa gente existe, claro. Y no voy a defender aquí a quien sólo tiene esa actitud hacia las cosas.

Pero al despreciar a alguien como gafapasta, se desprecia también una forma de ver las cosas. Hay una especie de miedo y odio a la seriedad, un afán de quedarse siempre en la superficie de todo y en la frivolidad. El problema no está en la frivolidad, sino en el siempre. Porque la diversión y el disfrute de las cosas como vienen es una de las mejores formas de entender la vida; el problema es cuando es la única, cuando implica que uno no puede ser serio. Y la superficialidad permanente puede llevar un problema de vacuidad; yo pasé por eso en mis últimos años de adolescente, sentía que nada tenía una base ni un sentido, que todo se podía derrumbar, porque me era imposible tomar nada en serio. No hay que olvidar que las ideas, el arte, la humanidad (perdón por el tremendismo) han avanzado cuando alguien ha pensado y ha decidido profundizar en algo.

Entonces, lo malo del gafapastismo es que quien cree en ese término tiene prejuicios y cierra horizontes. Y por eso las etiquetas son tan peligrosas: son formas arbitrarias de limitarnos a campos en los que sabemos que nos podemos manejar, que nos impiden intentar cosas nuevas o disfrutar con algo diferente o de forma diferente. Desde este blog es evidente que yo abogo por un eclecticismo radical: puedo hablar igual de una peli de exploitation, del cine de autor más personal, o del mainstream más garrulo. O de música punk, pop inocente, electrónica, metal, cualquier cosa. Todo se puede disfrutar en su momento, sin más distinción que saber lo que pretende cada forma de expresión, ya sea provocar ideas, ponerla dura o divertirse como un niño. La clave para un disfrute completo está en mezclarlo un poco todo, sin considerar a una cosa mejor que la otra.

Ya sé que exagero un poco, y que normalmente se usa lo de gafapasta o friki con sano cachondeo, pero eso no evita los prejuicios que causan y el efecto que tienen en la forma de ver y entender el mundo. Que no hay que inventarse fronteras, joder, que hay que ser más inclusivo que exclusivo, que hay que darle a todo para convertirse en una persona completa.

miércoles, 19 de abril de 2006

Blogger mis cojones

La pesadilla de bitacoras se repite aquí, supongo que tengo un gafe con el html o algo parecido. Al final me entregaré a escribir textos en el notepad de Windows y subirlos en .txt a algún sitio, y así me ahorro problemas... El blog ha estado dos días convertido en una sopa rancia de letras y números, aunque parece que ya la he conseguido arreglar un poco (con la ayuda de tnarik de biZácoras). De todas formas, he perdido los cambios que había hecho en la plantilla, que se limitaban a la lista de enlaces y un par de cosas así; cuando haya un rato lo actualizaré.

Como supongo que nadie lo pudo leer ayer (salvo que fuera por atom.xml), publiqué la segunda, y puede que más polémica, parte de las pelis de culto de la década en que vivimos. La podeis ver más abajo, o directamente aquí. Confío en que se haga alguna aportación para que la lista no quede tan parcial...

Y bueno, para que no sea una entrada del todo baldía, os recomiendo el trailer de "The Woods", segunda peli de Lucky McKee, el director de "May". También ha dirigido un capítulo de "Masters of horror" que no he visto (¿qué tal es? ¿da esperanzas?), y supongo que con esta peli confirmará o desmentirá si es una promesa de verdad y un tipo con personalidad, o tuvo suerte en su primera. "The woods" es una historia de terror en un internado femenino de los años 50, con presencias malignas y tal, y Bruce Campbell. Siendo de quien es, confiemos en que no sea demasiado tópica. El trailer, aquí.

martes, 18 de abril de 2006

20 pelis de culto para lo que llevamos de década (y II)

(viene de aquí)
(el orden no es jerárquico de menos buena a más buena, sino más o menos alfabético)

Moulin Rouge! (Australia, Baz Luhrmann, 2001)
Musical esquizofrénico, desvergonzado y hortera, con una simpleza romántica y trágica de folletín que encaja con el despliegue de color, sonido y pasión que hay en pantalla. Como ir a un karaoke puesto de farlopa y acompañado de quien más quieres. Para cantar y bailar todos juntos con los pelos de punta y una inmensa sonrisa, puro espectáculo descontrolado por el bien de la diversión más pura. Más que de culto, de fenómeno fan.


In My Skin (Dans Ma Peau - Francia, Marina De Van, 2002)
Más que una película, casi una performance de Marina De Van. Un retrato de un personaje extraño y extremo, que encuentra la salida en la automutilación y el autocanibalismo. Muy difícil de ver y más de digerir, una patada en la boca del estómago con todas sus consecuencias.


Northfork (USA, Michael Polish, 2003)
Un pueblo de los años 50 va a ser trasladado por la construcción de una presa, y vivimos con él sus últimos días. Por él se pasean James Woods, Nick Nolte o una Daryl Hannah literalmente de otro mundo. Una atmósfera de misterio en la que conviven chupatintas de tebeo con ángeles y otros seres fantásticos, en una fascinante (y algo incomprensible) peli que debe tanto al Lynch de "Twin Peaks" como al Wenders de "El cielo sobre Berlín".


El Nuevo Mundo (The New World - USA, Terrence Malick, 2005)
No puedo ocultar que ésta es mi favorita. Por donde ha pasado ha despertado incomprensión y hasta hostilidad, culpa tanto de la mentirosa campaña publicitaria como del lenguaje visionario de Malick, adelantado a su tiempo. Una narrativa innovadora, construida a retazos y como desde la memoria, en la que la historia no importa, en beneficio de la poesía visual y las sensaciones más celestiales que uno pueda concebir. Apología de la belleza, del amor, de la naturaleza, de la libertad, activismo artístico contra el cinismo del mundo moderno. Sus seguidores han (hemos) formado tal culto obsesivo que de puro fanático casi parece una religión, inevitable ante la felicidad y el síndrome de Stendhal que produce "El nuevo mundo", y que desea que todo el mundo pueda disfrutarla igual. Una de las mejores películas de todos los tiempos.


Primer (USA, Shane Carruth, 2004)
"Primer" es un juego que se sabe más listo que el espectador. Le propone un jeroglífico de líneas temporales lleno de imaginación y coherencia, imposible de descifrar por completo en un solo visionado, que obliga a verla una y otra vez. Y que se va descubriendo perfecto como el mecanismo de un reloj.


Punch-Drunk Love (USA, Paul Thomas Anderson, 2002)
La prueba que faltaba para demostrar que P.T. Anderson es el mejor director americano surgido en los últimos 15 años. Después de la complicadísima "Magnolia", en lugar de un más difícil todavía, hizo una comedia romántica. Extravagante y muy tierna, un microcosmos precioso que obliga a creer en el amor, por muy freak que éste sea.


El Sabor De La Sandía (Tian Bian Yi Duo Yun - Taiwan, Tsai Ming-Liang, 2005)
Otra peli que vació las salas por culpa de un marketing farsante. Tsai Ming-Liang es un autor con todas las letras, tan personal como insobornablemente sincero. Y a pesar de hacer un cine radical, se aleja de la pedantería. Todas sus películas son iguales: hablan de la incomunicación en el mundo moderno, de la soledad, con larguísimos planos estáticos en los que parece no suceder nada. Con humor raro y personajes tragicómicos. No hay que buscar un argumento, hay que dejarse llevar por su estilo; reflexionar con lo que sugiere o sólo disfrutar a nivel estético. De entre las suyas, ésta en particular es la que tiene más números para convertirse en peli de culto, por su mayor difusión y por su uso bizarro del musical y el sexo.


Suicide Club (Jisaatsu Saakuru - Japón, Shion Sono, 2002)
Una de las cumbres del mal rollo, que empieza con la ya célebre escena de decenas de colegialas japonesas saltando juntas a las vías del metro, provocando un río de sangre y vísceras. Y que sigue con una orgía de momentos retorcidos y salvajes, con un fondo de sátira social. Sangrienta, desagradable, surrealista, incomprensible, desasosegante y arriesgada.


Tiptoes (USA, Matthew Bright, 2003)
Matthew Bright ("Freeway" 1 y 2) sigue siendo el secreto mejor guardado del cine subversivo americano. "Tiptoes" es una película de enanos. Patricia Arquette se lo monta con un enano motero. Matthew McConaughey es el único de estatura normal de una familia de enanos, cuyo patriarca es el enano de "Twin Peaks". Y lo mejor de todo es que, aparte de todo el espíritu políticamente incorrecto, las excentridades y tocadas de pelotas, es una película sincera y entrañable, que convence como ninguna otra de que la gente diferente también son personas.


Visitor Q (Bizita Q - Japón, Takashi Miike, 2001)
Miike saca aquí como nunca toda la mierda que habita en el subconsciente colectivo y nos la pone en la cara, sin miramientos. Como el Pasolini de "Teorema" pero mucho más directo y comprensible y, por eso mismo, con mucho más impacto. Un catálogo de perversiones que remueven la conciencia porque, de alguna forma, literal o alegórica, se saben ciertas.


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La selección es obviamente injusta, personal y hasta un poco aleatoria. Para contrarrestar esto... ¿cuáles son las vuestras?

domingo, 16 de abril de 2006

20 pelis de culto para lo que llevamos de década (I)

¿Qué es una película de culto? Cada uno con su definición. Para mí, ese término tan viciado ya de peli de culto significa una película especial, que no se parece demasiado a ninguna otra. Que probablemente genera opiniones enfrentadas de amores y odios, a menudo difíciles de argumentar objetivamente, y que si alguna vez llega a significar algo en la historia del cine es gracias a su apasionada base de fans. Aunque muchas veces se une al cine fantástico, precisamente por ser uno de los mundillos menos prestigiosos y con más entregados seguidores, mi visión es bastante más amplia. Cualquier muestra de originalidad y amor por lo que se hace puede servir. Y, sobre todo, la prueba de que algo puede ser llamado peli de culto no es que le pongan el cartelito de que lo es en la FNAC; sino que hables con alguien que también lo piensa y te diga: "sé a lo que te refieres".

Y aunque muchos crean que estamos en una época de decadencia cinematográfica, de poca originalidad... nada más lejos. En cualquier otro momento de la historia se ha dicho lo mismo, y el tiempo siempre les ha ido quitando la razón a los que lo pensaban, mostrando otro ramillete de clásicos, infraclásicos, perversidades y marcianadas. Como por ejemplo las que llevamos desde el año 2000:
(selección muy parcial, pero de eso se trata)

Los Ángeles de Charlie 2: Al Límite (Charlie's Angels: Full Throttle - USA, McG, 2003)
Una lamentable y genial sucesión de videoclips sin conexión argumental, a cual más hortera y excesivo. Y, también, un chute de adrenalina, de poca vergüenza, de fantasías eróticas y de referencias pop.


Bubba Ho-Tep (USA, Don Coscarelli, 2002)
"Oh, no. Una peli de Elvis anciano luchando contra una momia. Maldita sea la Troma". Eso se puede pensar, y eso desmiente Coscarelli, convirtiendo una anécdota que serviría como excusa para cualquier producción Z sin gracia en un entrañable retrato de la tercera edad, que emociona y sorprende. Bizarrismo con mucho corazón.


El Calentito (España, Chus Gutiérrez, 2005)
Espíritu ochentero y punk para un musical hecho con ganas, que transmite afán de aprovechar cada momento y de conciencia democrática. Grandes canciones, pocas pretensiones y mucha autenticidad y libertad. Yo la vi solo en el cine y, al salir, me compré una botella de sake y, inspirado por la peli, tuve una de las mejores noches fiesteras de mi vida.


Cecil B. Demente (Cecil B. DeMented - USA, John Waters, 2000)
Injustamente valorada por los fans de Waters de toda la vida, que lo acusan una vez más de vendido, es un esquizofrénico y apasionado alegato sobre el amor al cine, tan bueno como "Ed Wood" y mucho más vivo. Divertidísima y salvaje. Tiene además las mejores frases de la década, un puñado de gloriosas consignas terroristas: "Death to mainstream cinema!"


Demonlover (Francia, Olivier Assayas, 2002)
Con un argumento similar al de "Videodrome" (unos ejecutivos que compran hentai extremo), Assayas construye una peli fría como ella sola, intelectual y radical en su forma de no ayudar al espectador. Un thriller de espionaje industrial, tan difícil como fascinante, para reflexionar sobre la deshumanización y el significado de la imagen. Nihilismo postmoderno con banda sonora de Sonic Youth.


Extrañas Coincidencias (I Heart Huckabees - USA, David O. Russell, 2004)
A medio camino entre la tomadura de pelo y la genialidad existencialista, una monumental ida de olla a costa de un buen presupuesto, que desconcierta, enerva y descubre el significado de la vida, todo a la vez. Y Naomi Watts, de modelo de anuncios a pordiosera menonita, más adorable que nunca. Que ya es ser adorable.


Hannibal (UK, Ridley Scott, 2001)
Llena de exceso operístico y con espíritu de comic, Ridley hizo una peli tan gamberra como seria, una montaña rusa de tragedia clásica aplicada al cine moderno. Sádica, perversa, romántica y brutalmente divertida en su tremendismo.


Hedwig And The Angry Inch (USA, John Cameron Mitchell, 2001)
La historia de un transexual al que le dejaron una pulgadita de carne colgando, contada, en forma de musical, directamente de las entrañas. Se llora, se ríe, se canta y se salta, en una peli originalísima y visceralmente sincera.


Life Aquatic (The Life Aquatic With Steve Zissou - USA, Wes Anderson, 2004)
Wes Anderson es el marciano oficial del cine americano actual. Su estilo es transgresor, genuinamente freak, dramático y divertido. Sabe que las cosas importantes de la vida no hay que tomarlas en serio, y por eso provoca tanta empatía su extravagante forma de contarlas. "Life aquatic" tiene, además, un sentido de la maravilla único, y toca al mismo tiempo la fibra sensible y la vena subversiva.


May (USA, Lucky McKee, 2002)
¿Quién es May? May es una perturbada que me gustaría que fuera mi novia. May no tiene muchos amigos, salvo alguno obsesionado con el cine italiano, alguna que sólo piensa en meterse debajo de sus bragas, o una muñeca que le dice cosas que no siempre quiere oír. Y ella es una romántica, y no quiere admitir que no existe la persona perfecta; así que decide fabricársela. Yo la amo.


(próximamente -mañana- la segunda parte)

sábado, 15 de abril de 2006

STARMAN de John Carpenter

Starman (1984)
Dir.: John Carpenter
USA

elink (inglés)
subtítulos (castellano)

Después de unos inicios muy personales, a comienzos de los 80 John Carpenter empezaba a derivar hacia el cine de encargo; siempre con su estilo y eligiendo lo que quería hacer, pero sin que partieran de él las historias. Eso pasó en "Christine" de Stephen King y en este "Starman"; dos pelis menores en su filmografía, pero con interés. Antes de volver a ver "Starman", recordaba que la tenía grabada de la tele hace años, junto a algún capítulo de la serie que la siguió unos años después. Y vale, es una obra menor de un maestro, lo que equivale a decir que es superior a la mediocridad general del cine comercial.


La historia nos cuenta que en Columbia pasaron de hacer "E.T." porque tenían su propio guión sobre el tema, que con el tiempo se convertiría "Starman". Después de hablar con varios directores, Carpenter fue el elegido, quien además tenía ganas de hacer una, dice textualmente, "comedia romántica". Los primeros 20 minutos son tan buenos como cualquier buen Carpenter, y concentran todo el sentido de la maravilla de la peli; en ese rato, se suceden los hechos casi sin diálogo. La Voyager 2 es enviada al espacio para tratar de contactar con alguna inteligencia extraterrestre, y mira tú que la escuchan unos muy listos y mandan a uno de ellos, en forma de bolita de luz, a la Tierra. La bolita viene en un meteorito, y toma la forma que ve en unas fotos de una casa que hay cerca del cráter: la del marido muerto de una pobre chica. Terreno abierto para la sensiblería, aunque de momento controlado. En esa metamorfosis y en las comunicaciones del ser con su planeta se concentran los mejores FX de la peli (obra de Stan Winston y otros). A partir de ahí, una road-movie para llevar al ET (un histriónico Jeff Bridges que hasta fue nominado al Oscar) a un punto de encuentro, que recorre el país en 3 días, mientras son perseguidos por el gobierno (sin ninguna tensión). Todo es muy previsible y conforme avanza la poco creíble historia de amor, la peli pierde interés y gana en sensiblería, sin llegar nunca al punto cargante o empalagoso que uno podría esperar. Pero no hay por qué aburrirse viendo "Starman": hay comedia de equívocos culturales (yo reconozco que tampoco sé por qué comemos el postre al final), hay algún momento de demostración de poderes alienígenas, y hay sobre todo el clásico pulso narrativo de Carpenter, que se nota que a pesar de todo disfrutó rodando esto. Y también hay una moralina pseudo-humanista a lo Star Trek, pero en reaccionaria y sin encanto. Qué miedo tuvieron que pasar los fans de Carpenter en aquellos momentos pensando, y él mismo así lo declaraba, que se iba a alejar para siempre del cine de bajo presupuesto. Por suerte, "Starman" no deja de ser una excepción de pocas en su carrera, y aun así una excepción digna dentro de sus parámetros de cine hollywoodiense, hecha con cariño.

viernes, 14 de abril de 2006

Otra de HOSTEL

elink (inglés, Unrated DVDRip)
subtítulos (castellano)

Unos yanquis se van con putones y luego les hacen putadones. Todos lo pasamos muy bien primero rodeados de tetas, y después es un mal rollo entre litros de sangre. Cómo sabe, el Eli Roth. Cómo sabe.

jueves, 13 de abril de 2006

Una pareja y un cementerio: LA ROSA DE HIERRO


La Rose De Fer (1973)
Dir.: Jean Rollin
Francia

elink (francés)
subtítulos (inglés)

La metáfora es un recurso que especialmente en cine suele quedar de lo más ramplón. Con repugnantes pretensiones, si no se hace bien y justificadamente deja la peli a la altura conceptual de un vídeo grabado para la clase de Audiovisuales de 2º de BUP. Jean Rollin hizo aquí su peli más personal y pedantona, y ya el título es una metáfora rancia. La dichosa rosa de hierro es una con la que se toquetea la prota en sus sueños en la playa, y a saber lo que quiere representar. Rollin quería, con "La rosa de hierro", innovar en el género de terror desde una perspectiva más artística y afrancesada. Pasa de sus famosas vampiras lesbianas (con las que pude disfrutar por primera vez no hace mucho en "Fascination") y de elementos fantásticos en general, para quedarse con una repetitiva, aburrida y vacua poética visual.


Si es que la cosa empieza de lo más sugestiva. Una muchacha en un onírico paisaje playero, luego una imágen romántica en un tren abandonado y cubierto de niebla; cuadros rodados, que por desgracia sólo están en esos primeros minutos. Después hay una boda donde un chico y una chica se conocen. En su primera cita, hacen algo tan de domingo por la tarde como es irse de picnic a un cementerio parisino. Vestidos con discretas camisas amarillas y rojas, se sientan a comer en unas confortables lápidas. De puro inútil tiran un par de cruces aquí y allí, mientras vemos imágenes aleatorias de los personajes alegóricos que pululan por el lugar: una viuda, un tipo vestido de Drácula, una especie de eremita vestido con pieles, y un puto payaso triste de los obsesivamente presentes en el imaginario post-hippy. Un payaso triste paseando por un cementerio. Y está rodado en serio. La pareja fornica de forma muy pacata para lo que es Rollin (aunque el lado guarrete le sale con la chica que se pasa la peli empitoná) en una cripta subterránea. Y cuando salen, me cago en la mar, que se han perdido. Y es de noche y el cementerio es de grande como diez Campos Elíseos. Queda por delante una prometedora hora de peli. Además inspirado en un suceso real del bueno de Rollin, que se quedó en un sitio así toda una noche y no lo pasó bien.

Y, de todas las cosas interesantes que se pueden hacer en un cementerio por la noche acompañado de una pareja atractiva, ¿qué eligen? Andar y recitar poesía. Una y otra vez. Y otra, y otra vez. Una poesía que sólo interesa al amigo fast-forward. Entonces empieza su todavía más aleatorio comportamiento: corren, se pelean, hacen un poco de vandalismo (real), se lo vuelven a montar en una fosa común, se chillan, se quieren matar, se echan unas risas, pasan susto. Y uno quiere que llegue ya el alba no para que descansen los muchachos, sino para que se acabe su propio tormento. La fotografía, eso sí, es estupenda. Para mantener el interés, Rollin incrusta otro sueño playero de la chica, esta vez nudista. De vuelta a la realidad, la tipa ha decidido perder el poco seso que tenía y encierra al novio de por vida en la cripta subterránea que vio su primer polvete. Y, ¿qué diríais que hace entonces? Se pone a bailar. Durante más de 5 minutos, la chica baila como una posesa de un sitio a otro del cementerio, mientras se hace de día, y sigue bailando. Se le pasa el efecto de la pasti y se mete con el novio en la cripta; sólo para ser encerrados juntos para toda la eternidad por la viuda que estaba todavía por allí. Y Rollin suspira de satisfacción y se dice a sí mismo: "pero qué película tan bonita y artística que me ha quedao".

martes, 11 de abril de 2006

Profesiones femeninas embrutecedoras

Cuando uno pasa de los 20 años, en lugar de pensar qué es lo que quiere ser de mayor, piensa en qué uniforme pueden llevar sus futuros affaires. Hay conceptos unidos que, de sólo oírlos, embrutecen y sacan los más bajos instintos, por ejemplo:

-Carnicera del Mercadona
-La diputada más joven del Congreso
-Secretaria de un psicólogo
-La hija de la pescadera
-Go-gó vietnamita
-Paseadora de perros
-Activista de Greenpeace
-Activista del Ejército Simbiótico de Liberación (SLA)
-Azafata de convención de Star Trek
-Enfermera japonesa
-Dentista japonesa
-Podóloga japonesa
-Aspirante a peluquera
-La chica de la tienda de fotocopias
-Acomodadora de multicines
-Presentadora de programa infantil
-Monitora de campamento de verano
-Bajista
-Vendedora en la sección de libros del Corte Inglés
-Cajera del supermercado del Corte Inglés
-Realizadora de galas televisivas
-Comunista alérgica a los libros
-Auxiliar de un científico en el trabajo de campo
-Farmacéutica
-Dependienta de papelería
-Modelo de fotógrafo experimental
-Joven emprendedora
-Repetidora en colegio femenino
-Camarera de bar jevi
-Presentadora de informativos (mi favorita)


(se puede ampliar la lista tanto como se quiera)
(podeis hacer aportaciones en los comentarios)

domingo, 9 de abril de 2006

Mis Terrores Favoritos (IV): SUSPIRIA

Hay una forma de entrar en un mundo dominado por colores que queman la retina. Dominado por músicas que queman los tímpanos, salidas de una guarida de brujas perversas. Un mundo donde los cuentos para niños siguen siendo crueles, pero sin moraleja: horror infantil por puro placer. Donde se puede pasear por laberintos con la horrible seguridad de que ya no se podrá salir. Ese mundo está controlado por una casa que respira, que lo ve todo desde sus paredes, que transpira gusanos, se alimenta de asesinato y escupe muerte. La forma de entrar en ese mundo es muy fácil: no hay más que seguir a Suzy Banyon cuando llega al aeropuerto de Friburgo. Las campanas ya avisan de que no va a haber vuelta atrás. Suzy cruza la puerta de salida y nosotros con ella. Una fuerte tormenta, una ráfaga de viento casi la levanta del suelo... y ya estamos dentro.



Dario Argento hizo con "Suspiria" su mejor película, una vorágine de sensaciones, de crueldad, de imágenes, de plasticidad estética y de sonidos que acaban por retorcer el espinazo de tanto escalofrío. Y lo hizo teniendo en mente la "Blancanieves" de Disney, sólo pensaba en replicar los colores de aquella pero aplicados al terror infantil que nos sigue asustando de mayores. Anoche pude verla en DVD, y merece la pena hacerlo, fue como si la viera por primera vez. Entre otras cosas, sale a la luz una de las claves del cine de Argento, que el doblaje nos ha ido escatimando tantos años: la música no acompaña la acción, sino que está por encima de todo, llegando a tapar el diálogo. La Academia está fuera de la realidad que conocemos, una vez se entra se olvida el mundo exterior. El simbolismo de espejos y puertas como entrada a círculos más profundos del conocimiento de lo oculto, las interpretaciones de todos los pequeños detalles y el por qué usa este plano y no otro, no son pajas mentales de un crítico ocioso; en las entrevistas, Dario Argento habla más como un pretencioso profesor de universidad que como el director de cine comercial (autor, pero comercial al fin y al cabo) que en realidad es. Dario reprodujo como un maestro todo lo que había en su cabeza; la única forma de mejorarlo habría sido que los productores le hubieran dejado ser completamente fiel a su idea, en la que "Suspiria" estaba protagonizada por niñas de entre 10 y 12 años, que sufrían todo lo que sufren las jovencitas (quienes de todas formas se comportan como niñas, y son pequeñas en ese escenario para gigantes) con las que finalmente se rodó. Mucha magia, nada de guión, virtuosismo en la planificación, infinidad de imágenes que apelan al subconsciente de pesadillas infantiles que aún tenemos. Y el mejor título de todos los tiempos: "Suspiria". "Suspiria"...

viernes, 7 de abril de 2006

NECRONOMICON: La Película

H.P.Lovecraft's Necronomicon: Book Of The Dead (1993)
USA
elink (en inglés)
subtítulos (en castellano)

Brian Yuzna es una franquicia en sí mismo, quizá el director/productor de su generación con más compromiso con el cine fantástico, al que sigue fiel después de 20 años. Una de sus señas de identidad es su capacidad de explotar comercialmente el nombre de Lovecraft; sin ser nunca fiel, sí efectivo como serie B (o glorioso en el caso de "Re-animator"). "Necronomicon" reúne la adaptación de tres relatos de H.P.Lovecraft. A pesar de hacerlo para el cine, tiene toda la eficacia y la falta de respeto que se le presupone a una directa a vídeo. El hilo conductor es una aventura del propio Lovecraft, interpretado por Jeffrey Combs (más conocido como Herbert West, reanimador) convenientemente maquillado. Se cuela en una misteriosa Orden que tiene una copia del Necronomicón y, cuando llega hasta ella, se ve que se estaba tirando el rollo y todo eso del libro de los muertos y tal no era más que por hacerse el gallito con Clark Ashton Smith: no se pone a estudiarlo y ni siquiera a leerlo, sino a escribir historias con el libro al lado como inspiración. "Necronomicon" merece prestigio como autobiografía histórica, porque además nos descubre que Lovecraft ¡era vidente y podía describir con todo detalle el futuro!, porque es en unos años 90 ochentaizados donde se desarrollan los cuentos que escribe. El mismo H.P. terminará enfrentándose con poderes que mejor no hubieran despertado. Con la clásica iluminación de colores plana y fea de Yuzna, vamos asistiendo a algo que no es sino un espectáculo de FX virtuosos (en los que participaron David P. Barton, Screaming Mad George, Stan Winston o incluso Savini). Merece verse por los efectos y por la indignación que puede provocar en algún fan del Maestro sin sentido del humor, que al volver a casa después de la peli quizá mande a algún Perro de Tíndalos a que le dé un par de sustos a Yuzna por sacrílego.


El ahogado (The drowned)
Dirigido por Christophe Gans
Supuestamente inspirado en "Las ratas en las paredes", es una historieta pulp a modo de flashback, parecida a la peli de "Dagon" pero con más oficio. Incluso llega a dar miedín. Un Profundo vestido como un peregrino del camino de Santiago consuela a un hombre que acaba de perder a su mujer a su hijo. El hombre pues qué va a hacer: renegar de Dios y ponerse a invocar seres de malevolencia cósmica. La cosa se convierte en una versión tentacular del "Cementerio de animales" de Stephen King, nos enamoramos de una chica-sirena-Profunda, nos avergonzamos del lamentable espectáculo del Primigenio gigante que ataca la casa, y a otra cosa.

El frío (The cold)
Dirigido por Shusuke Kaneko
El más fiel de los tres al original ("Aire frío", algo atípico relato pero entre mis preferidos) es el más pedestre y aburrido, sin más interés que los gomosos y baboseantes FX, guarros como ellos solos.

Susurros (Whispers)
Dirigido por Brian Yuzna
Presunta adaptación de "El que susurra en la oscuridad". El despliegue en pantalla es tal que casi no hay momento de respiro para ofenderse por el insulto a Lovecraft que podría suponer. Una esquizofrénica orgía gomosa y sanguinolenta, con FX reconcentrados que harían las delicias del Cronenberg de "Videodrome", aunque sin concepto detrás: la baba por la baba. Grotesco, grosero y carnal, como el mejor Yuzna.


PD: Le tengo un cariño especial a esta peli, porque fue de las primeras que conseguí en aquellos catálogos underground de copias de copias, de los que había que valerse antes de internet. Mi compañero de visionados horrendos y yo nos sentimos tan especiales como estafados viéndola, porque estaba en inglés sin ayudas, y sobre todo porque la imagen estaba desgastada de tanta copia y todo era una masa primigenia que no se podía descifrar, de más resonancia lovecraftiana que la propia peli.

jueves, 6 de abril de 2006

La Hierba Roja, de Boris Vian

L'herbe rouge (1950)

Vea usted, señor Brul, mi punto de vista es muy simple: en tanto que exista un lugar donde haya aire, sol y hierba, debe uno lamentarse de no estar allí.

Este es el libro que recomendaría a quien quisiera entrar en la fascinante y única obra de Boris Vian. Están todas sus obsesiones y antojos, pero con mucha más carga emocional, que hace "La hierba roja" más accesible. No es que sea un autor difícil, pero su mundo es tan personal que puede desorientar la primera vez que se entra en él. Al principio, uno no sabe qué acaba de pasar en una situación que parecía medio normal: "pero, ¿entonces el senador es un perro de verdad?". ¿Que qué tiene de especial? La pregunta más bien sería "¿qué no tiene de especial?". Sus historias pasan en mundos que parecen el nuestro, pero en los que ocurren cosas absurdas con toda naturalidad; como si Alicia del País de las Maravillas se paseara por una novelita americana de los años 50 con un spray de ácido sulfúrico. En "La hierba roja" la imaginación de Boris Vian desborda y sorprende como siempre pero, con los mismos niveles de surrealismo, no se centra tanto en la sátira como en la introspección. Se dice siempre que éste es su libro más autobiográfico, y ahí está la explicación de la empatía que aquí tiene más fuerza de la normal en Vian.


Cuatro personajes de nombres extraños (Wolf, Lazuli, Folavril, Lil) forman dos parejas. Aunque también hable de las relaciones, no lo hace de un modo convencional. Los cuatro están en un sitio que es como el nuestro pero diferente. Wolf ha construido una máquina que le lleva a un lugar en el que, entrevistándose con un personaje, puede borrar de su mente una etapa de su pasado; un pasado tierno y sencillo, que en gran parte suponemos que es también el de Boris Vian, que aquí tiene más necesidad de desnudarse y encontrarse que de acabar con el universo. Wolf busca algo por lo que merezca la pena vivir, algo que no le aburra, aunque sólo dure unos momentos. Mientras, los personajes se mueven en lo extravagante, que les afecta directamente sus vidas: visitas a barrios y zonas de la ciudad que parecen salidos de la mente de un Sade psicodélico y lleno de vida, como el barrio del juego (el juego consiste en tirar alfileres con una cerbatana a personas atadas, desde niñas a ancianos); la paranoia constante de Lazuli, que ve a un misterioso hombre por el rabillo del ojo cada vez que intenta besar o tocar a su novia. ¿Metáforas o símbolos poéticos? Puede que las dos cosas, pero prefiero pensar que la intención de Vian iba más hacia el poder de la imaginería por sí misma, al estilo de los surrealistas. Siempre tiene la palabra exacta que, signifique o no algo, sugiere mil cosas apropiadas (una fascinación que transmite incluso la traducción; ojalá supiera francés para leerlo como lo escribió). En "La hierba roja", está todo el estilo crítico y dialogante, onírico, imaginativo y provocador de Vian, con una sensibilidad que en otros de sus libros se intuye más que se demuestra.

miércoles, 5 de abril de 2006

De la música violenta y su falta de prestigio

Todas las disciplinas artísticas tienen su oveja negra en un periodo de tiempo determinado; a veces la historia juzga esos casos para ponerlos en el sitio que merecen, a veces no. En el caso del cine, sería por ejemplo el fantástico; en la literatura, la ciencia-ficción. Son géneros que, a pesar de contar con una apasionada (y argumentada) base de fans, no son tomados al mismo nivel que lo bueno por la crítica seria. En el caso de la música, hay un bache en el cerebro del crítico que le impide considerar a la música violenta como música de verdad. Pueden valorar la inmediatez de un buen estribillo pop; la energía de 2 minutos de punk-rock con garra; o, ya en el terreno de la adrenalina, la capacidad de hacer mover el esqueleto de la música de baile. Yo soy radicalmente ecléctico y puedo disfrutar cualquiera de estas cosas. Pienso que, del mismo modo que hay estados de ánimo variados por los que todos pasamos, ¿por qué negarse a un tipo determinado de música que puede venir bien en según qué momentos? ¿O por sí misma?


Me estoy refiriendo sobre todo al metal y aledaños; no soy un metalero, pero nunca he entendido qué es lo que hace que, por ejemplo, Belle&Sebastian (pop sencillo y muy efectivo, aunque poco original) esté a un nivel de prestigio diferente que Strapping Young Lad (metal histérico, agresivo y creativo). Nunca he entendido por qué los primeros merecen respeto crítico y los segundos indiferencia en el mejor de los casos, cuando ambos pueden tener logros artísticos parecidos en campos muy diferentes. Hay un canon de "lo que sí es" muy restringido y, esta es la clave frente a la que no caben argumentos, aleatorio. El problema es que se juzga todo desde un mismo prisma, sin tener en cuenta que las intenciones de unos y otros son opuestas pero igualmente válidas. Puede llenar lo mismo la melodía de "If you're feeling sinister" de Belle&Sebastian que el infierno sónico de "Oh my fucking God" de Strapping Young Lad. La primera es disfrutable en una tarde tranquila, tumbado en la cama con pocas preocupaciones; la segunda, tiene un impacto físico muy fuerte que genera un arrebato de agresividad interna y que dispara la adrenalina. Quizá la diferencia esté en que la música violenta es más inmediata, provoca emociones más intensas y fuertes que otros tipos de música, pero que puede que no permanezcan; o al menos así se podría entender desde el canon crítico establecido. También hay que tener en cuenta la superficialidad de gran parte de la crítica musical, y los grupos de música violenta, en general de dudoso gusto estético, no suelen preocuparse por sus pintas; y, si lo hacen, no es precisamente en el camino de lo cool. Excepto en los nuevos grupos de emo-metal/metal-hardcore, los músicos de metal parecen apestar y tener pipis en el pelo. Y eso hay quien no lo puede perdonar.


A veces es difícil defender la música violenta; sobre todo como herencia mal entendida del grunge, muchos grupos escriben letras hediondas y autocomplacientes sobre su depresión, su oscuridad, su basura interior. Lo que no tiene nada de malo en sí mismo, a no ser que tenga la misma profundidad lírica que el diario de un adolescente atormentado y con una cuarta parte de su autenticidad. Como es demasiado a menudo el caso. Pero, si no son demasiado vergonzosas, y además por suerte un vocalista violento no está tan preocupado por lo que dice sino por cómo lo dice y no se le entiende mucho, uno se puede saltar las letras porque el impacto viene directamente de las guitarras, de las baterías, de la voz al límite. En los últimos tiempos se están empezando a mover corrientes críticas que consideran la música violenta, por fin, música de verdad (estoy hablando siempre dentro de la música popular). Por ejemplo, en las listas anuales o históricas del muy moderno y pop RockDeLux se cuela de vez en cuando algún disco extremo (Converge, Today Is The Day, Unsane, Slayer...), aunque de momento sólo hablan de uno o dos grupos para hacerse los duros porque se lleva, y no porque realmente defiendan esa música. Pero es un comienzo. Y, aunque no tendría que necesitarse el reconocimiento crítico de algo para fijarse en ello o considerarlo seriamente, por desgracia sí es necesario para mucha gente. Y por eso, mientras no cambien las mentalidades seguidistas de "hagamos caso a éste que sabe", es importante que la música violenta sea puesta a la altura de otras, y así muchas personas que todavía no se atreven podrán descubrirla y disfrutarla sin complejos.

martes, 4 de abril de 2006

BLACK MAMA, WHITE MAMA

Black Mama, White Mama (1972)
Dir.: Eddie Romero
USA/Filipinas

elink (en inglés)

Las buddy movies y derivados son casi siempre patrimonio exclusivo del género masculino. Por suerte, hay excepciones, en las que una pareja de mozas opuestas entre sí se mete en mil y un líos; como "Black mama, white mama". Pam Grier (que había debutado no hacía mucho con Russ Meyer en "Beyond the valley of the dolls", pero ya tenía experiencia en estas cosas) y Margaret Markov repitieron como carismático tandem en "The arena", y es una pena que la sociedad no siguiera adelante porque podrían haber sido las Bud Spencer y Terence Hill de la sexploitation de acción setentera. "Black mama" forma parte de ese montoncillo de pelis que los yanquis se fueron a hacer a Filipinas a principios de los 70, básicamente del género de mujeres encarceladas. Dirige Eddie Romero, capo del cine filipino que aquí tuvo su mayor éxito internacional, y que sabe hacer entretenida una historia con los mismos elementos que otro montón de cine explotativo americano incapaz de evitar el aburrimiento.


Lee (Pam Grier) es una furcia del Harlem; Karen (Margaret Markov) es una líder revolucionaria que tiene sus comandos en la jungla. El hecho de que una negra neoyorkina y una rubia yugoslava se paseen por los aledaños Manila no necesita ser justificado. Los primeros 20 minutos son como una condensación de todo lo que tiene que pasar en una peli de mujeres encarceladas. Las dos protas son llevadas en bus hasta la prisión, donde son tentadas por una lasciva mandamasa; se duchan todas juntas; se fuman unos canutillos; y finalmente se pelean en el comedor, con el resultado de ser castigadas a la celda de aislamiento. Que no es la celda monacal en la que estamos acostumbrados a ver a los machos héroes de acción, entre cadenas y hogazas de pan; aquí es un monolito en medio del desierto, dentro del cual meten a las dos muchachas sin ropa durante unas horas, para que suden y se restrieguen. Luego se escapan con ayuda de los revolucionarios, y se monta la del mono bailón.


En su huida, están encadenadas la una a la otra; es como un pseudo-remake de los "Fugitivos" de Stanley Kramer. Corren por aquí, corren por allá, con el escueto uniforme de prisionera que llevan las chicas en Filipinas. Mientras se ven obligadas a pelear, sin barro, porque sus caracteres chocan, son buscadas desde un puñado de frentes, por hombres asalvajados cada uno con sus cosas. A la negra la persiguen los secuaces de un narcotraficante con pinta de sapo gigante al que robó (el omnipresente en el cine filipino Vic Diaz); a la blanca, los revolucionarios que la necesitan para saber qué tienen que hacer con su vida; a las dos, la ultratecnológica policía de Manila, que además contrata a un cazarrecompensas para que les eche una mano. Este personaje es el mejor de todos: Sid Haig (ahora recuperado por Rob Zombie como el Capitán Spaulding) es un cowboy de mercadillo, macarra, un poco pirado y obsesionado con el sexo. Una de las escenas más grotescas de la peli es cuando se monta un trío con las dos hijas de uno de sus clientes, una de las cuales (supongo) responde al orondo cánon de belleza femenino de las islas. En ese momento, uno no sabe si mirar la cara de salido de Haig o la hipnótica barriga saltarina de la muchacha. Y así siguen las cosas, con los bandos enzarzados en tiroteos cuando se encuentran, con el hombre-sapo siempre siendo toqueteado por sus pilinguis personales, con las chicas que siguen corriendo por la selva. Entre tanta acción, hay momentos de comedieta groserilla, como cuando a la rubia se le ocurre un plan para despistar a los perros que las persiguen: se quita las braguitas y se las pone a un cachorro con el que se topan, y lo manda a escaquearse para que lo sigan a él. Vaya truco.


Por suerte, el comentario social es escueto; se podría resumir en la frase de Pam Grier: "yo también soy una revolucionaria, desde que tuve que hacerlo por primera vez a los 13 años". Eddie Romero es viejo zorro y sabe lo que tiene que ofrecer: tetas, tiros y punch-lines.

domingo, 2 de abril de 2006

Mis Terrores Favoritos (III): LAS TRES CARAS DEL MIEDO

I Tre Volti Della Paura (1963)
Dir.: Mario Bava
Italia

elink (en italiano)
subtítulos (en castellano)


A pesar de su inmenso sentido estético, Mario Bava a menudo era un narrador farragoso y aburrido. No son pocas sus películas que, mientras entran por los ojos, estiran de forma imposible la historia. Esta es la principal razón por la que "Las tres caras del miedo" es su mejor película; es una antología de tres episodios, historias cortas que duran lo que tienen que durar, sin la necesidad de irse a los 90 minutos que perdió a Bava varias veces. Tiene todo su despliegue visual, su increíble maestría de la fotografía, pero por una vez conjuntados con una narrativa concisa. Como en el mejor cine italiano de terror, el rasgo definitorio es uno: el color. Exagerado, expresivo, juguetón y muy efectivo, porque ayuda a crear un ambiente de terror, que es de lo que se trata. Las tres historias representan las tres formas de entender el género más importantes, inspiradas en la literatura clásica de Tolstoi, Chejov y Maupassant; todo lo mejor de lo añejo con todo lo mejor de lo moderno. Casi podría entenderse "Las tres caras del miedo" como un tratado sobre el género de terror, una recopilación referencial de las teclas que hay que pulsar para que funcione y se quede en la memoria. Una teoría que cobra fuerza si se piensa en el final, en el que se admite con humor que todo es un artificio.


Después de un breve prólogo de Boris Karloff, empieza "El teléfono". Una historia muy tensa, homenajeada/plagiada en el famoso comienzo de "Scream", en la que una chica es asediada por unas misteriosas y amenazadoras llamadas de teléfono. Un poco hitchcockiana, con sutiles referencias sexuales, la intriga va creciendo y por acumulación acaba por convertirse en terror. El segundo episodio es "Los Wurdalak", una historia de vampiros rurales que para algunos es lo mejor que rodó nunca Mario Bava. Con una fuerte influencia de la Hammer, la atmósfera de "estamos solos en medio de la nada contra el mal" no desaparece mientras no dejan de pasar cosas cada una más siniestra que la anterior. Por último, "La gota de agua" (mi favorita) es la más literaria de las tres, con una obsesión y un sentido morboso que remiten directamente a Poe, sin apenas diálogo basa toda su fuerza en la imagen. En unos colores mágicos, en unos decorados agobiantes, en unos sonidos molestos, y en ese maldito cadáver con esa maldita expresión que se quedará para siempre en nuestras pesadillas; y que ofrece uno de los finales más terroríficos de la historia del cine.


Aunque en general se piense lo contrario, yo creo que los autores suelen tener razón al decir cuál es su obra favorita de entre todas sus creaciones, y Mario Bava se quedaba con "Las tres caras del miedo".