viernes, 7 de abril de 2006

NECRONOMICON: La Película

H.P.Lovecraft's Necronomicon: Book Of The Dead (1993)
USA
elink (en inglés)
subtítulos (en castellano)

Brian Yuzna es una franquicia en sí mismo, quizá el director/productor de su generación con más compromiso con el cine fantástico, al que sigue fiel después de 20 años. Una de sus señas de identidad es su capacidad de explotar comercialmente el nombre de Lovecraft; sin ser nunca fiel, sí efectivo como serie B (o glorioso en el caso de "Re-animator"). "Necronomicon" reúne la adaptación de tres relatos de H.P.Lovecraft. A pesar de hacerlo para el cine, tiene toda la eficacia y la falta de respeto que se le presupone a una directa a vídeo. El hilo conductor es una aventura del propio Lovecraft, interpretado por Jeffrey Combs (más conocido como Herbert West, reanimador) convenientemente maquillado. Se cuela en una misteriosa Orden que tiene una copia del Necronomicón y, cuando llega hasta ella, se ve que se estaba tirando el rollo y todo eso del libro de los muertos y tal no era más que por hacerse el gallito con Clark Ashton Smith: no se pone a estudiarlo y ni siquiera a leerlo, sino a escribir historias con el libro al lado como inspiración. "Necronomicon" merece prestigio como autobiografía histórica, porque además nos descubre que Lovecraft ¡era vidente y podía describir con todo detalle el futuro!, porque es en unos años 90 ochentaizados donde se desarrollan los cuentos que escribe. El mismo H.P. terminará enfrentándose con poderes que mejor no hubieran despertado. Con la clásica iluminación de colores plana y fea de Yuzna, vamos asistiendo a algo que no es sino un espectáculo de FX virtuosos (en los que participaron David P. Barton, Screaming Mad George, Stan Winston o incluso Savini). Merece verse por los efectos y por la indignación que puede provocar en algún fan del Maestro sin sentido del humor, que al volver a casa después de la peli quizá mande a algún Perro de Tíndalos a que le dé un par de sustos a Yuzna por sacrílego.


El ahogado (The drowned)
Dirigido por Christophe Gans
Supuestamente inspirado en "Las ratas en las paredes", es una historieta pulp a modo de flashback, parecida a la peli de "Dagon" pero con más oficio. Incluso llega a dar miedín. Un Profundo vestido como un peregrino del camino de Santiago consuela a un hombre que acaba de perder a su mujer a su hijo. El hombre pues qué va a hacer: renegar de Dios y ponerse a invocar seres de malevolencia cósmica. La cosa se convierte en una versión tentacular del "Cementerio de animales" de Stephen King, nos enamoramos de una chica-sirena-Profunda, nos avergonzamos del lamentable espectáculo del Primigenio gigante que ataca la casa, y a otra cosa.

El frío (The cold)
Dirigido por Shusuke Kaneko
El más fiel de los tres al original ("Aire frío", algo atípico relato pero entre mis preferidos) es el más pedestre y aburrido, sin más interés que los gomosos y baboseantes FX, guarros como ellos solos.

Susurros (Whispers)
Dirigido por Brian Yuzna
Presunta adaptación de "El que susurra en la oscuridad". El despliegue en pantalla es tal que casi no hay momento de respiro para ofenderse por el insulto a Lovecraft que podría suponer. Una esquizofrénica orgía gomosa y sanguinolenta, con FX reconcentrados que harían las delicias del Cronenberg de "Videodrome", aunque sin concepto detrás: la baba por la baba. Grotesco, grosero y carnal, como el mejor Yuzna.


PD: Le tengo un cariño especial a esta peli, porque fue de las primeras que conseguí en aquellos catálogos underground de copias de copias, de los que había que valerse antes de internet. Mi compañero de visionados horrendos y yo nos sentimos tan especiales como estafados viéndola, porque estaba en inglés sin ayudas, y sobre todo porque la imagen estaba desgastada de tanta copia y todo era una masa primigenia que no se podía descifrar, de más resonancia lovecraftiana que la propia peli.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una delicia visual. Me encantó el capítulo de Christophe Gans. Recuerdo que me la compré de importación en V.O. con subtítulos en danés... tremenda.