domingo, 2 de abril de 2006

Mis Terrores Favoritos (III): LAS TRES CARAS DEL MIEDO

I Tre Volti Della Paura (1963)
Dir.: Mario Bava
Italia

elink (en italiano)
subtítulos (en castellano)


A pesar de su inmenso sentido estético, Mario Bava a menudo era un narrador farragoso y aburrido. No son pocas sus películas que, mientras entran por los ojos, estiran de forma imposible la historia. Esta es la principal razón por la que "Las tres caras del miedo" es su mejor película; es una antología de tres episodios, historias cortas que duran lo que tienen que durar, sin la necesidad de irse a los 90 minutos que perdió a Bava varias veces. Tiene todo su despliegue visual, su increíble maestría de la fotografía, pero por una vez conjuntados con una narrativa concisa. Como en el mejor cine italiano de terror, el rasgo definitorio es uno: el color. Exagerado, expresivo, juguetón y muy efectivo, porque ayuda a crear un ambiente de terror, que es de lo que se trata. Las tres historias representan las tres formas de entender el género más importantes, inspiradas en la literatura clásica de Tolstoi, Chejov y Maupassant; todo lo mejor de lo añejo con todo lo mejor de lo moderno. Casi podría entenderse "Las tres caras del miedo" como un tratado sobre el género de terror, una recopilación referencial de las teclas que hay que pulsar para que funcione y se quede en la memoria. Una teoría que cobra fuerza si se piensa en el final, en el que se admite con humor que todo es un artificio.


Después de un breve prólogo de Boris Karloff, empieza "El teléfono". Una historia muy tensa, homenajeada/plagiada en el famoso comienzo de "Scream", en la que una chica es asediada por unas misteriosas y amenazadoras llamadas de teléfono. Un poco hitchcockiana, con sutiles referencias sexuales, la intriga va creciendo y por acumulación acaba por convertirse en terror. El segundo episodio es "Los Wurdalak", una historia de vampiros rurales que para algunos es lo mejor que rodó nunca Mario Bava. Con una fuerte influencia de la Hammer, la atmósfera de "estamos solos en medio de la nada contra el mal" no desaparece mientras no dejan de pasar cosas cada una más siniestra que la anterior. Por último, "La gota de agua" (mi favorita) es la más literaria de las tres, con una obsesión y un sentido morboso que remiten directamente a Poe, sin apenas diálogo basa toda su fuerza en la imagen. En unos colores mágicos, en unos decorados agobiantes, en unos sonidos molestos, y en ese maldito cadáver con esa maldita expresión que se quedará para siempre en nuestras pesadillas; y que ofrece uno de los finales más terroríficos de la historia del cine.


Aunque en general se piense lo contrario, yo creo que los autores suelen tener razón al decir cuál es su obra favorita de entre todas sus creaciones, y Mario Bava se quedaba con "Las tres caras del miedo".

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sólo quería decirle que esto está cada vez mejor.

Siga, siga.

Borja dijo...

Mr. Acedo: Precisamente "Diabolik" es una de las que estaba pensando, no tiene ningún sentido del ritmo, pero su sentido del pop la redime del todo!

Andrés: Gracias, jodío ;D

Anónimo dijo...

Maldita vieja!
Jamás pensé que el sonido de unas gotas de agua pudiera dar miedo, pero Bava lo consiguió con creces.
Durante años, mi madre me hablaba de una película que vio de joven y me contaba el episodio de la gota de agua. Cuando vi la película comprendí perfectamente por qué le había marcado en su momento.
Saludos.

Anónimo dijo...

Ufff, he soñado con esta película toda mi vida. El tercer capítulo, es mi opera prima. Salu2