miércoles, 11 de octubre de 2006

RED ANGEL

Akai Tenshi (1966)
Dir.: Yasuzo Masumura
Japón



Son los años 60, el cine está reventándose a sí mismo desde dentro. No sólo en Europa: en Japón surge la llamada "nueva ola", directores como Suzuki o el propio Masumura que trabajan con géneros superutilizados y los reinventan, siendo tan respetuosos como subversivos con su fondo original. "Red Angel" coge, por un lado, el cine bélico, vertiente guerra China-Japón; por otro, el cine erótico que empezaba a despuntar en las islas, con la violación como elemento característico. Masumura trata los aspectos más oscuros de los dos, los ensucia y los hincha de sordidez gracias a un podrido blanco y negro, y se lo planta al espectador en la cara. Y si éste no conocía a Sam Fuller no se había enfrentado a nada parecido.


La historia es sobre una enfermera japonesa que trabaja, casi esclavizada, para el ejército. Como no puede ser de otra forma, es violada en grupo. Y, en lugar de recibir apoyo, la mandan unos días al frente. Allí sus horas de sueño son casi inexistentes, y sólo vive para oler la sangre de los cadáveres, para asistir más y más amputaciones hechas sobre la marcha. Vive una hipersexuada aventura con uno que haría parecer al Johnny que cogió su fusil un tipo elegante; no deja de ser paradójico que la forma de salir de la miseria sea afrontándola en su forma más directa y salvaje. Su vida, a pesar de todo, sigue marcada por la tragedia, pero en su sumisión y sacrificio yo diría que hay hasta un tipo peculiar de feminismo, entendible sólo en comparación con la típica misoginia japonesa. Sigue vagando por entre los horrores de la guerra, y se sumerge en una especie de historia de amor con un doctor soberbio, impotente y que le obliga a pincharle las inyecciones de la morfina a la que es adicto.

Sí, todo es tan agobiante y enfermizo como parece. El ser humano no sale bien parado, y encima la poca parte buena que le toca viene al exprimirlos al límite y ponerlos cara a cara, vísceras contra vísceras, con su lado más oscuro. La poesía es puramente animal, y sale de cosas como el seccionar miembros; y más impactante todavía el comprobar que en realidad no es ni la mitad de gráfica de lo que pueda parecer por la impresión o el recuerdo. La sección final, tan intensa como es costumbre es Masumura, es la que recuerda que estamos en una película bélica, y precisamente la guerra es la que se dedica a medio juzgar a cada personaje, dándoles en cierto modo lo que se merecen. Algo arriesgado en una peli de guerra en principio pacifista, como todas las que tienen un par de neuronas. Pero "Red Angel" es un escupitajo en la cara que no se propone poner las cosas fáciles.

1 comentario:

Andrés Mego dijo...

Hola, Interesante hallazgo. Tu comentario me ha dado curiosidad, trataré de conseguir esa peli. Parece ser bástante extrema. saludos