miércoles, 22 de marzo de 2006

Mis Terrores Favoritos (I): LOS OJOS SIN ROSTRO

Les Yeux Sans Visage (1959)
Dir.: Georges Franju
Francia

elink (en francés)
subtítulos (en castellano)

Una forma infalible de empezar una película de terror es en una carretera oscura y vacía, iluminada sólo por los faros del propio coche. No importa que sea en pleno centro metropolitano, o en unos caminos rurales apartados del mundo. Siempre funciona. Así empieza "Los ojos sin rostro", con una mujer conduciendo sola, con una presencia que entrevemos en su retrovisor interior. Con una música circense que recuerda inevitable a "El tercer hombre" y que, lejos de darle un toque cómico a la escena, potencia la inquietud que provoca. Inquietud es una palabra clave a la hora de hablar de este clásico del terror europeo. Con poco diálogo, una historia simple (un doctor que oculta a su hija con el rostro desfigurado, rapta a chicas parecidas para intentar transplantarle una cara nueva) y un minimalismo visual que es efectivo precisamente porque parece todo lo contrario, Franju consigue que no dejemos de removernos en el sillón durante 90 minutos. Y 90 días, porque es una de esas películas con imágenes que no abandonan y que, si ves de noche antes de acostarte, se mezclará con tus pesadillas.



Quizá el mejor uso que se le ha dado al blanco y negro en una historia de terror, y soprendentemente no es un uso espectacular y excesivo, sino todo lo contrario: aséptico y claro. Del contraste entre la fantástica historia de un aparente científico loco y una dirección que pretende y consigue tanto una sugestiva poesía como un anclaje en el hiperrealismo, de ese contraste sale toda la fuerza de "Los ojos sin rostro". No deja de transmitir sensaciones oníricas, con simbolismos poderosos de los que tenemos la interpretación en la punta de la lengua pero no llega a salir, como la presencia constante de los árboles y los perros; cosas cotidianas cobran un aspecto desagradable y casi inmoral bajo el prisma de Franju. Y, a la vez, el hormigueo se multiplica, porque parece que podría haber sucedido en algún apartado chalet, con personajes con dobles motivaciones que podemos comprender. El enlace con la real medicina nazi ya se ha hecho en algún estudio sobre la película, y explicaría gran parte de la incomodidad que produce. Me gustaría leer una opinión en profundidad de un psicoanalista sobre "Los ojos sin rostro"...



A pesar de tener una gran unidad interna, funciona también a base de secuencias casi aisladas. La más famosa, la de la operación quirúrgica y gráfica, sin precedentes en el cine narrativo, que causaba desmayos y protestas por donde se proyectaba la película. Pero casi más importantes para la verdadera eficacia global son otras más discretas, como los largos paseos de la hija del científico por la casa, sola y en silencio, con esa sencilla máscara, de muñequita, que casi hace apartar la mirada de la pantalla por todo su poderío de horror; es como de otro mundo, uno en el que todo tiene la misma apariencia pero es más siniestro y desagradable. O toda la parte en la que la chica secuestrada huye sin cara y con la cabeza vendada, como fruto de una fantasía sadomasoquista lynchiana, y acaba siendo capturada y enterrada en una cripta de un cementerio del que no se puede salir hasta que acaba la secuencia, por muy fuerte que se desee hacerlo.



Antepasado directo de Cronenberg e incluso Lynch, descendiente de Cocteau, plagiado y homenajeado por todas partes, "Los ojos sin rostro" es un gran clásico tanto del mal rollo como de la poesía cinematográfica, de potentes sensaciones que no se pueden explicar y no se pueden evitar. Y con un desenlace de tanta fuerza estética aberrante, siendo sutil y hasta bonito, que no se podrá borrar de la memoria. "Los ojos sin rostro" es como una planta carnívora.

2 comentarios:

Borja dijo...

No la conocía, pero tenga por seguro que después de sus comentarios, pienso poner remedio rápido a eso.

higronauta | 22-03-2006 16:35:40

Una gran reseña para una de mis peliculas favoritas. Un saludo.

Pussy Galore | 22-03-2006 17:01:07

mmm, parece bien aunque ultimamente estoy enfrascado en las pelis de autocine, intentare hacerle un hueco

cazonik | 23-03-2006 13:07:10

Antonio Rando dijo...

Buenísima. De esas fantasmagorías del cine clásico que hacen pensar en que puñetas andarán pensando los realizadores actuales de cine de terror y fantástico, haciendo chapuzas, cuando son factibles maravillas así. A mi también me sedujeron esas escenas de la hija vagando por la casa, como un espíritu al que la obsesión de su padre no deja en paz, la atroz obsesión de su padre, terrible en nombre del amor que siente por su hija, y también por el orgullo científico, ... Mal rollo poético. Es rizar el rizo.