Paris Hilton saved my life

Llevo una semana en cama (y sofá) por un principio de neumonía. A quien pueda interesar: aún me quedan unos días. A falta de poder leer, he tenido que dedicarme a la radio y la tele, y el conflicto político y la supuesta democracia me hacían querer levantarme a vomitar cada media hora. Intenté convencer a mi madre para que me pusiera 'Xanadú' en los momentos de mayor delirio febril; "madre", le dije, "póngame 'Xanadú' que quiero alucinar con Olivia Newton-John patinando y soltando una estela de neón". Se negó. Encontré una solución. La primera temporada de "The Simple Life", que me tiene atrapado en la fina línea que hay entre el asco moral y el entretenimiento masivo:


<<"The Simple Life" es irresistible: dos jovencitas ricas y mimadas van de la capa más alta de Los Angeles a una granja de Arkansas, para demostrar que pueden sobrevivir sin sus móviles y tarjetas de crédito. En cuanto la heredera Paris Hilton y Nicole Richie (hija de la estrella del pop Lionel) se mudan con una familia de granjeros, los Leding, el choque cultural inmediatamente se convierte en un descarrilamiento de tren: cuando le dicen que desplume pollos, Richie declara, "no voy a desplumar nada más que mis cejas". Entonces intentan trabajar en una serie de oficios (en una vaquería, en un local de comida rápida, en una subasta de ganado), pero no tienen ni pizca de ética laboral ni ningún sentido de las consecuencias del fracaso. Como las propias chicas, este reality show del 2003 es a la vez fascinante y repelente, cómico y horripilante. Es como ver a seres alienígenas tratando de hacerse pasar por personas.>>
(Bret Fetzer, Amazon)

Que yo sepa no hay subtítulos en castellano, pero cualquiera que entienda lo que significa "oh my God", "ewwww" y "you're hot" no tendrá muchas dificultades con el inglés de la serie.