miércoles, 6 de febrero de 2008

"Welcome to the Terrordome", Public Enemy



No es casualidad que Public Enemy sean el grupo de rap más apreciado por la gente que suele limitarse a las guitarras fuertes. Su estilo es agresivo, subversivo, caótico, reivindicativo, gamberro; a finales de los 80 hicieron cosas dignas de considerarse reformulaciones del punk. "Fear Of A Black Planet", en 1989, fue su mayor gargajo, hasta el punto de ser considerados "terroristas sónicos". "Welcome to the Terrordome" es el epicentro definitorio del disco: es esquizofrenia, se deja llevar sin ataduras ni convenciones, es libertad creativa, es divertida, da ganas de fiesta y de salir a quemar contenedores, le llena a uno de vitalidad y rabia. Da dolor de cabeza. Es una amalgama imposible de samples negroides (James Brown omnipresente), batidos de la forma más molesta posible. Después de un golpe introductorio de viento funk, una guitarra (de "Psychedelic Shack" de Temptations) se repite circularmente como una sierra. Una breve recopilación de voces avisa de lo que está por venir: "This is a journey into sound". Chuck D entra de improviso y deja las cosas claras: "I got so much trouble on my mind". Habla sobre esto y lo otro, con un dominio apabullante del ritmo interno de la rima. Se mezclan más y más sonidos, el pulso se acelera; empieza el terror: ¿de verdad será así durante 5 minutos? En el estribillo retuercen el "Jungle Boogie". Salta uno, salta el otro, continúa la catarata de sonidos y scratches. Rompen la estructura una y otra vez, siguen yendo y viniendo, la locura es imparable. Por si acaso, recuerda el motivo de todo: "'cause it's coming from the heart". "Never move alone", y Flavor Flav suelta una sarta de payasadas y nos deja con la palabra en la boca con un "boingggg" que acaba con el estado paranoide en el que nos han metido. Hijosdeputa. Bien cerca estuvieron de derrumbar la civilización occidental.

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