jueves, 30 de junio de 2005

King Kong (prejuicios sobre los efectos especiales)

De cómo el señor Jackson tiró sus principios por tierra

Vamos hombre, no me jodas. Eso exactamente es lo que he tenido que exclamar después de ver las primeras imágenes en movimiento del "King Kong" de Peter Jackson. Porque son una puta mierda, como prácticamente todas las imágenes de pelis con seres vivos creados por ordenador. Esto duele especialmente viniendo de quien viene, porque Peter Jackson ha demostrado desde siempre un buen (mal) gusto por los efectos artesanales, por hacer las cosas caseramente. Que así, aunque a veces no quede del todo bien, siempre será más realista que un dibujo animado metido en una peli supuestamente real, porque los efectos clásicos tienen la virtud de ser físicos, de existir realmente, sabes que podrían atizarte o destruir una ciudad si quisieran. Porque tienen volumen. Por ejemplo, es imposible sentir a Hulk como una amenaza en su peli, porque es obvio que es un simple dibujo animado; y esto es terrible porque dudo que las intenciones de alguien que mete a laMasa en una peli sean similares a las de "Levando anclas". Hubiera preferido, siguiendo con el ejemplo, a un tipo mazas pintado de verde, que al menos sé que podría darme una paliza de muerte y romper una papelera si se le cruzaran los cables.

Y Peter Jackson no se ha dado cuenta. Recuerdo cuando estrenaron su primera peli hollywoodiense (que no lo era exactamente), "The frighteners" (aquí retitulada como "Agárrame esos fantasmas", ejem). Ahí ya hacía uso de efectos por ordenador, pero de forma más lógica; joder, esos espectros volátiles podían, es más, debían ser representados así. Son incorpóreos y no hay problema en que no parezcan reales, porque no lo son. Daban miedo y parecían de otro mundo, que es lo que se buscaba. Luego llegó la locura con "El señor de los anillos" donde, para gusto de sus seguidores, siguió manteniendo ese espíritu artesanal en gran parte, siendo la mayoría de las criaturas que podíamos ver gente disfrazada que daba miedo y apestaba. Jackson debió darse cuenta de que algo fallaba con los ordenadores recreando seres vivos en escenas como la de la huida de Moria, con un Gandalf visto desde un plano aéreo que era un dibujo animado de "Dragones y mazmorras"; no notó nada raro. Además, tuvo la suerte de contar con el único personaje hasta el momento hecho por ordenador que apenas cantaba su origen: Gollum, claro. Y todo el mundo le alababa diciendo la gran creación que era. Y ahora hace "King Kong" subido en esa parra de los efectos por ordenador y le sale una puta mierda. Porque, no me jodas, los efectos de "Parque Jurásico", de hace ¡12 años!, son insuperables todavía hoy, y por una razón básica: porque no dependían del ordenador, sino que la base eran unas criaturas físicas, unos robots con volumen real que eran alternados sutilmente con los de las maquinitas cuando estaban limitados. No niego que haya cosas que no puedan hacerse si no es con ordenador; pero si la tecnología aún no es suficiente, que simplemente no lo hagan. O que lo intenten combinar como en "Jurassic Park" con los Animatronics.

Una vez más, no niego la utilidad de usar el ordenador para efectos especiales. Es terriblemente eficaz para crear mundos, ambientaciones, retocar imágenes, paisajes, etc. Pero para crear seres vivos es una puta mierda.

Me jode especialmente en el caso de "King Kong" porque no dudo que Jackson hará una peli estupenda, porque este hombre tiene un talento natural para el cine y la narrativa; sus pelis siempre transmiten algo, no dejan frío, están hechas con las entrañas. Y estos efectos de mierda se la van a cargar. Con el dinero que le habrán dado para hacer la peli, ¿no podría haber construido monigotes? Y si no, ¿para qué perder el tiempo haciendo algo de apariencia ridícula? Seguro que tiene otras muchas ideas aparte de un remake inviable de la forma en que lo ha planteado. Porque es evidente que, si ya hoy día la mayoría de estos efectos por ordenador nos hacen saltar los colores de vergüenza ajena, dentro de unos años serán vistos de la misma forma que vemos nosotros ahora la mayoría de los efectos de los años 50, como algo cutre, kitsch como mucho. Los de todas las pelis menos los de "Jurassic Park", claro.

Si alguien quiere ver el trailer y rebotarse un poco, está aquí.

lunes, 27 de junio de 2005

Zombies - Odessey & Oracle

Odisea y Oráculo (corría el año 1968...)



Esto no va sobre nuestros queridos cultivadores de gusanos andantes, sino sobre The Zombies (no confundir con Zombies, a secas, los espasmódicos españoles) que, aparte de dar a la historia bélica un himno vietnamita con "Time of the season", además de la canción-pop-con-teclado (mellotron) perfecta ("She's not there"), consiguieron juntar un montón como esas en un solo disco. Y así crearon la gran obra que es "Odessey & Oracle".
Mis palabras para hablar de este disco son básicamente las mismas que usaría cualquiera: "color", "caramelo", "felicidad", "luz"... porque escucharlo es como si una delicada y amada persona te despertara un soleado domingo después de un mal día (empieza con "Care of cell 44", donde nos cantan: "Good morning to you, I hope you're feeling better baby"), te cogiera de la mano y te llevara por la ventana a volar entre nubes de algodón. Suena ñoño, pero esto es como es; "¡cuánto daño ha hecho Nirvana!" es lo que tendríamos que gritar al escuchar "Odessey" porque, desde que el odio de Cobain triunfó a principios de los 90, la música feliz parece que no es tomada en serio por la gente que se toma demasiado en serio la música. El caso es que transmiten esa sensación de plenitud a lo largo de 12 canciones (¡28! si conseguimos una edición especial del disco, que recomiendo porque casi todas siguen a la altura), siempre perfectas y sin empalagar; cuando empieza a sonar la siguiente es como si uno diera otro paso en el camino de baldosas amarillas, sin topar nunca con los peligros del mundo de Oz. Hay también momentos grises de lluvia donde nos dejan recordar la mierda de sábado que pasamos antes de escuchar su disco (seguramente los que más suenan como si sólo hubieran podido ser hechos en esa época). Hay una sombra de oscuridad reminiscente en algunos temas, como pasa casi siempre con la felicidad extrema porque sabes que es sólo temporal. Pero para contrarrestar, nos ponen en nuestra cara letras de autoayuda como (en "This will be our year":
'And I won't forget, the way you helped me up when I was down,
and I won't forget the way you said 'Darling I love you',
you gave me strength to go on!'

El primer paso en la escalera de color son los Beatles, después se llega a Love, y por fin se descubren a The Zombies, no sin odiar a la historia musical que no nos ha dejado descubrirlos antes. En un concurso de misses de discos, su único rival para conseguir el título de "Miss Disco más bonito de todos los tiempos" sería el "Pet sounds" de los Beach Boys; las armonías vocales de "A rose for Emily" podrían haber sido creadas por Brian Wilson (que probablemente lo fueran y el buen hombre no lo recuerde). Madre mía, si es que el suspiro cuando dice "on my mind", en 1:25 en "I want her she wants me", vale por todas las melodías del mundo.

Y para rematar su maravillosa música, tenían pinta de empollones. El grupo de pop definitivo.

domingo, 26 de junio de 2005

CÓDIGO 46

Code 46 (2003)
Dir.: Michael Winterbottom



La mayoría de la gente todavía cree que la ciencia-ficción es simplemente acción y un poco de imaginación que no sirve para nada. Por suerte, cada vez se va comprendiendo más profundamente que la CF tiene otra función: hacer pensar sobre el ser humano, sobre las consecuencias. Por supuesto que hay CF palomitera, que además se agradece; pero la que de verdad consigue explotar al máximo el género, y que además sea respetado, es ésta. La de "Código 46". O la de "Primer", por decir otra reciente, que me obsesiona un poco desde que la vi y que espero comentar cuando descifre la parte final.

"Código 46" no es una gran película, por otro lado. Es cine azul, metálico, que nos cuenta muchas cosas interesantes y nos hace funcionar la maquinaria, pero no llega al corazón. Es una obra razonada, inteligente y sólida, pero sin espíritu. O por lo menos sin espíritu físico, que mueva algo por dentro. Visualmente es agradable de ver, se siente como si pasáramos un rato leyendo un libro en un centro comercial con el aire acondicionado a todo trapo. Pero parece que para hacer CF seria en el cine ésta tenga que ser necesariamente limpia y brillante, como también pasaba por ejemplo en "Gattaca". Claro que tenemos la excepción de "Blade runner", que vale por todas las demás.

El mayor mérito de "Código 46" es el guión. Nos da diálogos aparentemente profundos a la gente que nos gusta pensar con seriedades sencillas. Por ejemplo, hablando del hijo de Tim Robbins (que demuestra que es un actor que aún no ha sido explotado lo suficiente), ella dice:
-¿Es especial?
-Sí, es especial.
-Todas las personas son especiales. Esto le hace preguntarse a uno de dónde sale la gente corriente.


O algo así, vaya. Pues eso, filosofía para pensar en el autobús, que al fin y al cabo es la más útil y necesaria. Ah, que esa "ella dice" es Samantha Morton (la que daba el informe minoritario en "Minority report", CF más o menos seria que también usa esta estética impoluta). Y ahora cuento que la historia de amor es lo más importante de la peli, si no todo. Pero como he contado antes, le falta alma. Al principio, cuando se conocen y empiezan a tirarse fichas de forma poco sutil, parece que el espectador sí va a participar de ese amor, que lo va a vivir como ellos. Pero conforme el romance va avanzando, cada vez es menos interesante y sobre todo menos creíble. En todo caso, al final se le ve la ranura sexual a la Morton (aunque es muy probable que sea un doble) de forma muy explícita, cosa poco frecuente; Michael Winterbottom es todo un ranurófilo, que ya centraba unas imágenes en el aparato procreador de Kate Winslet en "Jude", creo recordar. Y en "9 songs", que no he visto, supongo que también se ensañará.

La sociedad futura que aparece en la película está muy bien construida. Aunque recurre a lugares comunes, como el control extremo de la natalidad, lo hace de forma seria. Y el comentario sociológico que hay de fondo es bastante efectivo (sobre todo para el no habituado al género), pero peca de un poco obvio y, en todo caso, está así, de fondo. Por elección propia, por supuesto, ya que se ha propuesto mostrar sus consecuencias en dos personas, y no en la sociedad en conjunto. La tecnología es muy creíble y su impacto se muestra de forma natural; los avances no acaban de llegar, y la gente ya está acostumbrada a un mundo con ellos. Mención especial a las drogas multiusos, que reciben el ingenioso nombre de "virus"; y al uso del lenguaje, un inglés con términos robados al francés, al chino, y sobre todo al castellano (un efecto muy logrado si se ve en VO).

Lo mejor: Visualmente interesante, buenas ideas, CF inteligente (escasa en el cine, no en la literatura).

Lo peor: Emocionalmente muerta, sobre todo a partir de la segunda mitad; el ritmo decae un poco, supongo que en relación con esto.

[PD: ¡Mi primer post! Si alguien llega a leer esto, que no sea demasiado duro, que espero ir cogiendo un tono más personal, que esta crítica me ha quedado como una crítica estándar y no es lo que pretendo...]