Dir.: Jean Rollin
Francia
¡Mi primer Rollin! He pasado muchos años babeando por encontrar una peli suya (¡cualquiera!), desde aquel "2000 Maníacos" especial (el primero que leí) dedicado a él y a su musa, Brigitte Lahaie. Y no me ha decepcionado, este tipo tiene estilo y fe en lo que hace. Para quien no lo conozca, se puede resumir como "autor francés haciendo pelis de vampiras lesbianas". También como una mezcla muy personal de clásicos de la Hammer con italianadas más vulgares.
Desde el primer momento, queda claro que lo que le interesa a Rollin es la estética. Todo el conjunto está unido por una fina línea argumental, que maneja a su gusto. Un apuesto bandido llega, en su huida, a un castillo al que los lugareños no se atreven a entrar; allí, se topa con dos lascivas y lozanas muchachas. El chico no es muy listo y, a pesar de las indirectas, no se empapa de que lo que quieren es sorberle un poco todo. Desde intentos de mordiscos en el cuello, hasta poco sutiles "nadie sobrevive a nuestras reuniones", el tío sigue a la suya sin darse cuenta de nada; y además sin convertirse en un sátiro, apenas aprovechándose de la disposición sexual de sus anfitrionas. Creo que lo mejor es ver "Fascination" (considerada por muchos su mejor película) como una sucesión de escenas tirando a inconexas, para el puro deleite visual. Escenarios góticos muy cuidados, a pesar de estar hechos con tres francos. Composiciones casi pictóricas. Y actrices bellísimas, sensuales y morbosas, con instintos asesinos, empuñando armas blancas, cubiertas de sangre, putas de Satán. En todo se recrea, con planos largos, un montaje elegante. Parece que en algunos momentos Rollin quiere darle a la historia cierto empaque alegórico; como buen cineasta gabacho, se toma muy en serio a sí mismo. Si bien estas pretensiones no aportan mucho, sí que ayudan a dar una sensación de dignidad general. Pero lo que de verdad se le da bien es crear imágenes fascinantes. Por ejemplo:
- Al comienzo, un extraño grupo se une al alba para beber sangre de buey en un matadero (¿qué fijación tenían en los 70 con los mataderos?)
- Las dos inocentes/indecentes guarritas acosando al pardillo con unas dagas.
- El grupo de Bathorys aficionadas, envueltas en sedosos trapitos transparentes, con ganas incontrolables de juerga lésbica y borrachera de sangre.
- Brigitte Lahaie convertida, literalmente, en La Muerte. Un ángel vengador, que viste una túnica negra (y sólo una túnica negra...), dando buena cuenta de los rednecks franceses con su guadaña. Sólo por el estilo con que la empuña, esta imagen tendría que ser un icono del cine de terror.
Rollin tiene un gran sentido de la sensualidad; a menudo enseña, pero no abusa, y siempre entre sugerencias. Lo mismo con la sangre: vemos el rojo cubriendo la piel, pero no las heridas. Las escenas de sexo puro son lo más vulgarote de la peli, especialmente una lésbica en plan softcore europeo setentero, que en todo caso es bonita de ver; y una escena de polvete tirando a estándar (de no ser por Brigitte), metida con calzador (la escena). Brigitte Lahaie es una Diosa, con la mayúscula reservada a las que lo son de verdad. Había visto muchísimas fotos suyas, pero de ahí a vivirla en acción hay un mundo. Como actriz dramática no es demasiado competente, pero se nota su procedencia del mundo del porno en una permanente expresión de vicio y un afán por abrir la boca y por tener las manos ocupadas (se pasa la peli acariciando como una perra todo lo que se le pone a tiro, incluso se pone a masturbar un candelabro, no se puede estar quieta la chica). Creo que fuera de España hay muchísimo culto a Jean Rollin; ya va siendo hora de implantarlo aquí también.