miércoles, 28 de diciembre de 2005

AL CAER LA NOCHE

The Dead Of Night (2004)
Dir.: Tom Duncan
USA


En el fondo, aunque llenen el mundo de basura, da gusto comprobar que todavía hay jetas que se montan una productora para sacar pasta engañando a los subgenerófilos que van a los videoclubs. Porque eso es lo que son los de Rojak Films, unos caraduras, de quien he podido ver esta infrapelícula. Por accidente, porque yo la que buscaba era la de "Dead of night" de 1945.



Os cuento el engendro y así os ahorro verlo. Un pirado está en un manicomio, encerrado en una celda con persianas que más bien parece el despacho del director. Se le va el perol y ahorca a un negro, y a otro le da pal pelo también. Mientras, en un instituto, unos adolescentes gañanes se hacen los gallitos delante de unas zorritas. El presupuesto es tan bajo que no tienen ni para maquillaje ni fotografía y salen todos con la cara rojo-guiri; y grabaron en el instituto cuando era la hora de comer y no había nada que les viera para echarles. Hacen un poco de bullying con unos pardillos, y deciden montarse una clásica fiesta en cementerio (donde se oculta el psicópata del principio) para reírse de ellos. Se van de botellón por la noche, y pasa todo lo que tiene que pasar. Que la más pendón se va al coche con uno y, en planos tan rápidos que no se distingue nada, se ven unas braguitas de encaje y hasta una teta. Le pagarían un poco más que al resto por enseñarla, pero tampoco demasiado porque no se le ve la cara, así que ese mes la actriz siguió debiendo el alquiler con un poco menos de honor personal, y dos padres menos que la rechazarán en la cena de Acción de Gracias por guarra.



Cogen a los pichones y los entierran en una tumba de unos 50 cm. de profundidad. Desde fuera se les ve asomar, pero cuando la cámara entra es un hoyo bien feo. El raccord es algo que se desconoce en este submundo, claro. Allí dejan a los nerds atados y entonces viene un monstruo. Resulta que en cuanto les da el susto de rigor salen por patas, lo que demuestra que no estaban atados y se dejaban humillar para integrarse. Un par de carreras por aquí y un par de carreras por allá. ¡Los han cogido! ¡Y a una chica con cara de rusa por correspondencia también! ¡Al fin llega el gore! ¿No? ¡No! Porque no tienen dinero para efectos especiales, así que lo solucionan todo con seis planos caóticos que lo mismo podría ser del productor comiendo langostas en elcatering. La misma secuencia se repite a lo largo de toda la peli cada vez que un demonio ataca. La misma, misma. Hay que recordar que son unos jetas. Y así siguen, y los atacados se vuelven un poco raritos, en plan "hemos sido sustituido por unas vainas pero no pasa nada". Es en estos momentos cuando los actores demuestran todo su potencial, su papada, y su cara de lerdos, y uno no puede dejar de preguntarse: ¿pero de dónde se han sacado a esta gente? Se meten los tres transformados en un miniaseo, y se escupen babas en la cara, para alimentarse. En teoría, porque en realidad no tienen dinero para mangueras y simplemente abren la boca y dejan caer el engrudo. Las gachas del cateringque no pudieron tragar.



Llega la noche y el grupo de triunfadores (desde luego no en la vida real) se queda encerrado en el instituto, perseguido por los demonios. Cada vez que cogen a uno, se tiene la tentación de darle al fast forward en la dichosa escenita del ataque del monstruo, que son unos 8 segundos inaguantables a estas alturas. Pasillo arriba, pasillo abajo, van cayendo todos. El psicópata les cuenta que los diablillos son muy malos y que huyan de ellos, y al final resulta que él también es uno de ellos. Mira tú que cosa. El triunfador con el que empatiza la audiencia (es un decir) oye algo. Y dice la frase por la que vale la pena toda esta inmundicia:
"-¿Qué ha sido eso?
-Un disparo. Un disparo... de arma".

Risas aquí. Luego consigue la recortada, que los del departamento de efectos especiales han conseguido que dispare metiéndole petardos en el cañón. Al final se ve a los demonios con un poco más de luz, y casi mejor que no, como uno se iba temiendo. Porque se confirma que son dos mendigos, a los que les metían una cámara lenta que dejara una estela para que pareciera que había mas. Y porque resulta que toda esa piel grimosa y grisácea no es más que un chándal del rastro cristiano pintado de plateado. Y que no son calvos, sino que se les ha tapado el pelo (aunque algo sobresale) con cintas deportivas estriadas, de nuevo teñidas de color plata. Digo yo que al menos podían haber cogido una textura lisa. Y nada, que llega el día (¡al fin...!) y los dos protas se escapan con la cara llena de sangre. Bueno, les han pintado un par de líneas rojas con un rotulador. Resulta que todos son malos y el productor se frota las manos pensando en que ha sido un genio dejando un final abierto para una segunda parte.



No perdáis el tiempo, de verdad. Hay muchas infrapelículas por ahí que son tan malas que son buenas; ésta es tan mala que es mala. Hay diferencias con las infraproductoras de los 80; que ahora las pelis les salen aún más baratas, que quieras que no siempre tienen cierto ritmo... y que casi no enseñan ni tetas ni tripas. El dueño de Rojak Films está contento, porque puede grabar unas 6 o 7 pelis al año por cero pavos. Ya no hay que pagar los rollos de película ni el montaje; te compras una cámara de vídeo digital, y a tirar. Y luego te la montas en el ordenador de casa. ¿Los actores? Hay un montón de patanes desesperados que casi pagarían por salir. ¿Extras? Para qué pagarles si puedes colarte en un instituto de verdad, grabar cuatro planos, y repetirlos. ¿El equipo? Los amigotes, que seguro que están dispuestos a hacer el idiota un rato a cambio de un par de cañas. ¿La música? No pierdas el tiempo, róbala de un videojuego de la primera Play del que nadie se acuerda. Y al final llega la parte clave del proceso: el diseño gráfico. Porque el éxito de estos engendros depende de una cosa. ¡La portada y la contraportada! Consigue convencer a un pobre infeliz de que tu peli de videoclub le va a dar más peli de videoclub que otras pelis de videoclub, y ya tienes todo hecho. Se la vendes a distribuidoras internacionales igualmente jetas, y a pasar las vacaciones a Cancún con la actriz más putón de tu última peli. Y cuando se acabe el dinero, vuelta a empezar. Es la magia del cine.

martes, 27 de diciembre de 2005

De buena familia



Qué alegría me dio mi abuelo este verano, cuando me enseñó una revista (que dirigía mi bisabuelo) en la que escribía artículos mi tía-abuela Maruja. La mujer era toda una lumbrera, y me alegra saber que esto de la pasión por escribir sobre cine viene de genética, y no soy el primero en mi árbol genealógico.

La revista se llamaba "Gráfico Deportivo", dedicada principalmente a la caza y a la pesca. En el primer número, publicado en Alicante en Julio de 1935, se inauguraba también una sección de cine, "Cinemanias", que llevaría mi tía-abuela Maruja. Por desgracia, aunque sé que se editaron más números, éste es el único que conservamos. Y como ella dice, son sólo "mis primeras palabras que han de servir de prólogo a mis trabajos". Podría dedicarle una sección a sus artículos, pero a no ser que la historia y las librerías de viejo me reserven una sorpresa, no ocurrirá.

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En este primer artículo, después de una introducción pelotera ("Todo aquel que haya mantenido una charla con la señora Llopis, habrá podido apreciar que la expresión de sus pensamientos y sus ideas alcanzan un grado de perfección tan notable que su actuación como periodista podemos asegurar ha de ser meritoria y laboriosa"), que me dicen que no es exagerada porque era una mujer muy inteligente de verdad, Maruja nos habla, en la España de 1935, sobre el futuro de la televisión y el cine. Y decía lo siguiente:

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El cine sonoro y la televisión

Los avances y perfeccionamientos de la radiodifusión son mundialmente conocidos. No obstante existe algo más allá de la radio, que aún cuando va unido estrechamente a ésta, es desconocida en bastantes partes del universo. Es ello: la Televisión, que en el momento se divulgue (y esto lo hará con una rapidez asombrosa), ocasionará un grave conflicto al Cinema y al Teatro. Sustento este criterio, teniendo en cuenta que entonces, con un simple movimiento en los mandos del aparato radio-receptor, podrán admirarse sin salir de casa las obras y films que las emisoras lancen al éter desde sus estudios, acarreando con ello el natural retraimiento del público a las taquillas de los espectáculos con un perjuicio lamentable para sus empresas.
La técnica moderna impone la aceptación de la Televisión, como algo sorprendente y no cabe duda de que se adueñará de la situación, como se han adueñado e impuesto otros adelantos, demasiado conocidos por todos para enumerarlos; lo contrario equivaldría a paralizar el progreso, y esto no debe ni puede haber nadie capaz de realizarlo.
Es de suponer que todo esto haya sido previsto por ambas partes, y es de suponer también, que por lo menos la parte perjudicada se decida a estudiar el sistema de solución, que fastidiando como es natural, lo haga en grado mínimo. Todo antes que esperar hasta el límite de que pueda pillarles desprevenidos, pues entonces quizá fuese demasiado tarde, ya que la sorpresa y la confusión consiguiente por tal aparición, envolvería al Cine y al Teatro de tal manera, que difícilmente podría salir airoso de esta tempestad que se avecina, dirigida única y exclusivamente contra ambos.
Ahora pues, cuando aún no se ha dejado vislumbrar en el horizonte la señal de su aparición debe ser el momento oportuno, para someter a una regularización especial tanto la actuación de la televisión como la de los demás espectáculos anexos a ella, volviendo a insistir que no se deje dormir mucho tiempo la cuestión, ya que la apatía y dejadez, nos han ocasionado en muchas ocasiones, notorios perjuicios que otros han sabido aprovechar, obteniendo el beneficio que nosotros no quisimos o no supimos obtener. (Me inclino por lo primero).
Las empresas en general tienen la palabra.

Maruja LLOPIS
Alicante Julio 1935

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Recuerdo haberla conocido muy muy de pequeño, o sea que como si no. Se casó con un ex-legionario de buen corazón, y después se quedó p'allá, se dice en la familia que porque se pasó de lista. Yo hoy leería su blog.

lunes, 26 de diciembre de 2005

NO SUCH THING

No Such Thing (2001)
Dir.: Hal Hartley
USA / Islandia




¿Hal Hartley haciendo una peli de un monstruo? ¿Pero aún sigue vivo el hombre que marcó la pauta a seguir en el cine indie de los 90? Sí, a las dos. Y sigue a la suya, sólo que ahora con fracasos de crítica y público. Porque hace una peli sobre un monstruo que tiene asustada a una remota región islandesa, y lo primero que nos enseña es a la criatura confesando asesinatos, frustración... ante un micrófono. No le interesa el misterio, porque no quiere hacer terror. Esto es un fábula moral, y yo también soy un moralista (sigo pensando si es algo de lo que sentirse orgulloso) y por eso me gusta. Todo ocurre en un mundo como el nuestro, donde las peores cosas cotidianas son más exageradas y verdaderamente cotidianas: ataques terroristas diarios, cínicos periodistas con menos corazón con nunca, etc. Y en ese mundo tan hostil y de vuelta de todo, mete a un monstruo (como los que esperan en el armario cuando apagas la luz) que existe porque se cree en él.

La prota de todo es Sarah Polley, motivo suficiente y principal para ver "No such thing". Su personaje es tan adorable como siempre, una pseudoperiodista valiente, un poco alelada, pero que conserva su bondad en ese horrible mundo. Hartley se las hace pasar putas, y ella ni se inmuta. La somete a una durísima (¡también para el espectador!) operación, mata a la única persona que quiere, la convierte en una víctima cuando tenía que haber sido una mártir. Helen Mirren hace un personaje opuesto, una directora de informativos tan salvajemente cínica ("nosotros creamos las noticias", literalmente) que consigue que cojamos manía incluso a la actriz. Robert John Burke está poderosísimo haciendo del monstruo, con unos 12 kilos de maquillaje encima; los aldeanos le ofrendan whisky, y se ha convertido en un alcohólico que echa fuego por la boca. Sarah Polley se va a buscarlo, que se ha comido a su prometido, y sacará lo mejor de él y le ayudará a conseguir morir, su único deseo a estas alturas de su existencia inmortal. Suena tópico, pero no lo es; porque Hartley no le da brío a la extraña historia, sino que la muestra de forma natural, lenta y entrecortada, usando elipsis para demostrar que lo que quiere no es narrarnos una bizarrada. Lo que quiere es hacernos pensar sobre unas cuantas cosas, sobre las que personalmente me encanta pensar. Sobre el miedo, que nos hace humanos; sobre esa misma condición humana, la bendita inocencia que supone. Sobre la absurda locura del mundo moderno. Sobre el cinismo. Sobre la alienación, de cómo ninguno estamos a salvo de ella; ¿o sí? Y sobre la fantasía.



Tengo un cariño especial por Hal Hartley. Es uno de los primeros directores que me interesó cuando empecé a meterme en esto del cine. Grababa sus pelis de un ciclo que hicieron en La2.. Y moví cielo y tierra para ver "Flirt" porque le daban 5 estrellas en el Fotogramas. Yo no me enteraba de mucho, pero me gustaba su sentido del humor, y en general no se parecía a nada que hubiera visto antes. Es un hombre con muchos fallos, pero muy personal y con muchos aciertos. Años después, casi lo único que recuerdo es a sus chicas: la jamona de "La increíble verdad", el desnudo integral sostenido de"Flirt" , la colegiala de "Simple men". En "No such thing", que seguro que mejora con cada visionado, es difícil no recordar al monstruo, pero seguro que cuando piense en ella en el futuro, me vendrá sobre todo la imagen de Sarah Polley, en la cima del hedonismo, con un vestido negro hecho a tiras y explotando todas sus protuberancias. Hartley, ese erotómano...


viernes, 23 de diciembre de 2005

KING KONG

King Kong (2005)
Dir.: Peter Jackson
Nueva Zelanda / USA


Yo tampoco esperaba que saliera nada bueno de esto. A pesar de ser de Peter Jackson, que es genéticamente incapaz de hacer una peli siquiera mediocre, tenía desde hace meses la inquietante sospecha de que los efectos especiales iban a acabar con esta peli. De hecho, uno de mis primeros textos aquí fue sobre esto. Qué iracundo estaba yo entonces. Y el caso es que los dichosos efectos,
siendo todo lo que dije, son bastante impresionantes por sí mismos. Hay
unos primeros planos del mono gigante que parecen de otro mundo. El
problema viene cuando los bichos se mezclan con los humanos, que se nota demasiado la superposición, el croma, esas cosas.



Me alegro inmensamente de que Peter Jackson se haya convertido en una superestrella. Porque es un director nato, apasionado, que cree en lo que hace, que sabe transmitir lo que quiere con muchísima intensidad. Se gana a cualquier tipo espectador siendo él mismo; no hay nada mejor que eso. Y me alegro mucho de que se reivindiquen al fin a sus "Frighteners"; el arranque creo que es uno de los mejores y más salvajes de la historia del cine. Respecto a los anillos, disfruté mucho con la primera, muy imperfecta pero, como siempre, muy de verdad. La segunda quedaba diluida en una indiferencia general. En la tercera volvía a recuperar la grandeza de la fantasía, una épica que por primera vez le fallaba en el alargadísimo final. Porque uno de los puntos fuertes de Jackson es su gloriosa capacidad de estiramiento del tempo cinematográfico, que seguramente aprendió del "King Kong" original, y que allí se le fue de las manos. Pero que ha recuperado en su nueva peli en todo su esplendor.



(por aquí hay spoilers, pero quien más quien menos ya sabe lo que pasa)

Porque su "King Kong" es un homenaje a la fantasía, a la aventura. Ha cogido la peli original y la ha reproducido fielmente, con cariño y pasión, estirando (no alargando) su estructura para potenciar más todavía las sensaciones y la épica, intentando mejorar con humildad lo que creía mejorable. Y lo hace. Reconozco que al principio no me estaba convenciendo, los prólogos largos en las pelis comerciales no suelen funcionar, los desarrollos de los personajes (que para eso sirven, más que nada) no son interesantes ni inteligentes. Dura lo que tiene que durar con el planteamiento que se hace de las 3 horas, pero el guión no responde, y Jackson parece dirigir con la cabeza (¡mal!) quedándose floja su picha por el camino. Entonces, llegan a la isla. Y empieza la pesadilla. DOS HORAS de carreras, de peleas de monstruos gigantes, de junglas asesinas, casi sin diálogo. Lo que ya ocurría en la original, llevado aquí hasta el paroxismo. Cuando empiezan los barullos, parecen gratuitos y excesivos (que lo son y a mucha honra); y al final, después de un climax tras otro, acaban funcionando por acumulación, dejando al espectador sin aliento, apasionado. Cuando no puede ir más allá, el jodido Peter Jackson VA MÁS ALLÁ, y sigue metiendo largas secuencias mudas de acción, logrando la catarsis en el que creo que es uno de los mejores momentos de su carrera. Me refiero al ataque de esos vomitivos gusanos fálicos, en el fango, cuando los personajes ya han ido mucho más lejos de su umbral de agotamiento, cuando el espectador ya no puede soportar más emociones fuertes; entonces nos castiga a todos con este momento terrorífico, con una música cansada, todo está lleno de desesperación, ya no hay salida.

Esta bomba de relojería salida de las entrañas de Jackson sigue su curso. El sosías de Orson Welles que es aquí Jack Black (un gigantesco acierto de casting, como todos los demás) captura por fin al gorila. Y entonces, en el año 2005, nos invitan a soñar, a creer en la fantasía, cuando se nos vuelve a escamotear el transporte de Kong a la ciudad. EN EL PUTO SIGLO XXI.Una gran elección de Peter Jackson, amante del género. Mientras tanto, el gorila nos da cada vez más lástima. Enamorado de Naomi Watts (quién no), ella le viene a corresponder con ¿amor? ¿amistad? ¿cariño? ¿comprensión?. Ella haciendo la payasa para él, él bailando con ella en Central Park, momentos tan ridículos como divertidos, sinceros y románticos.



El acto final, el más célebre, es el de la ciudad. Y, quizá, el mejor. No sólo por sí mismo, sino por el lugar que ocupa en la estructura de la peli. Es cuando,estando todos duchados y descansados después de la pesadilla, nos relajamos; y entonces las emociones se desatan y llegan mucho más hondo. El mundo es odioso, y está lleno de ese odio, pero nada importa aparte de Ann y King Kong. Es terriblemente trágico el martirio final de Kong, subido al Empire State, sabiéndose acabado pero dispuesto a sacrificarse por Ella. Y Ella sufre, no puede hacer nada, a Kong le han quitado TODO, y aún así tiene una dignidad fatalista cuando se convierte en el rey de TODO, cuando se golpea el pecho desde la cima del mundo. Los aviones lo matan. Ella también viene a morir. Entonces todos lloramos, nos inunda la pena, se acaba la peli y nos vamos a casa con un nudo en la garganta que durará varios días, sabiendo que el mundo necesita a Peter Jackson.

martes, 20 de diciembre de 2005

Slint en concierto



A principios de este 2005, Slint volvieron a los escenarios.
Con sólo dos discos y un single, se convirtieron en uno de los grupos más influyentes de los 90. Primero llegó "Tweez", un catálogo de guitarras sugerentes en una producción extraña (¡Albini!), sin canciones. Descoloca a todos los que los descubrieron después, pero es un invento original y casi onírico. Luego llegó "Spiderland", al que parece que no se le hizo mucho caso en su momento, que ha sido recuperado en los últimos años. Son sólo seis temas, pero su forma de llegar a la emoción a través de la matemática de instrumentales machacones, complejos, y sutilmente intensos, marcó una época. Y es que fue el punto de partida de todo lo que, en la segunda mitad de los 90, se llamó post-rock (no confundir con lo que también se conocía como post-rock a principios de los 90, esto es, My Bloody Valentine, Seefeel o Disco Inferno).Crescendos, guitarras, con poco que ver con el rock progresivo setentero (con el que a veces se ha comparado), pues no busca la exhibición pajera del virtuosismo de los músicos, sino que quiere emocionar. Al final de su ciclo de vida, Slint sacaron un single (con un señor portadón) de sólo dos temas. Su ruidosa y catártica reinterpretación de "Rhoda", de su primer disco, se convertiría en el libro de estilo de mis no menos adorados Mogwai. Y después, se separaron. Algunos miembros de Slint siguieron dando vueltas por los USA, tocando por ejemplo en The For Carnation o Palace.

Ahora, en pleno apogeo de su reconocimiento, Slint se han arrejuntado y están dando conciertos. Iban a tocar en el Primavera Sound, y al final la cosa no salió; a ver si los traen este año. Todo lo anterior es sólo un comentario para quienes no los conozcan, porque la verdadera razón de ser de este post es la de dar a nosotros los fans un link a uno de estos nuevos conciertos en mp3, concretamente en Reims, Francia. Y que se puede descargar, a una calidad de 192k, aquí.

lunes, 19 de diciembre de 2005

CANCIÓN DE CUNA PARA UN CADÁVER

Hush... Hush, Sweet Charlotte (1964)
Dir.: Robert Aldrich
USA




Charlotte es una niña rica de una típica hacienda sureña, que planea fugarse con el marido de una amiga. Su padre se entera y obliga al hombre a dejarla. Entonces, Charlotte se vuelve tolai y descuartiza al chaval. Y sale uno de los mejores prólogos de la historia del cine. Porque el blanco y negro es luminoso y agobiante, el decadente ambiente sureño hace que comprendas la locura de Charlotte, y porque mete una de las primeras escenas verdaderamentegore del cine mainstream. Y es que Charlotte le mutila la mano al noviete con un cuchillazo de carnicero, en primer y explícito plano, y luego vemos el muñón. Se ensaña y lo deja hecho cachitos, lo que vemos en sombras. Y entonces ella vuelve al baile con su elegante vestido blanco lleno de sangre.



Los créditos nos los meten a piñón después, con la macabra canción (la del título original), y Bette Davis a un lado de la pantalla con la mirada perdida poniendo caras de loca. Todo aquí es excesivo, rebuscado. Efectista, en el buen sentido; un efectismo con estilo y que funciona de verdad. Con actrices tan perturbadas como sus personajes, haciendo que casi dé más miedo pensar el haber estado en el rodaje, que la peli en sí. Olivia de Havilland como una odiosa villana, Bette Davis como la perturbada dama sureña sospechosa de un sangriento crimen nunca resuelto. Los personajes, o están todos idos, o son unos mezquinos con los intereses más sucios posibles. Para que os hagais una idea, los únicos buenos de la peli son el de una siniestra sirvienta histérica y chalada, pero leal a su señora (Agnes Moorehead); y un periodista jubilado y adorable, obsesionado por un crimen al estilo Lizzie Borden. En una sombría trama, lo llena todo de morbo hitchockiano, deja el (apasionante) argumento en segundo plano, y se centra en enseñarnos cuán bajo se puede caer. Con la sana intención de hacérnoslas pasar putas, no otra.



Robert Aldrich es un director a reivindicar YA. Yo creo, personalmente, que algunas de sus películas están entre las principales influencias de David Lynch (entre otros autores modernos), mi director favorito. El cabrón se aprovechaba de que empezaba a nacer la posibilidad de hacer un cine más cruel, más auténticamente repulsivo. Y lo hizo, con inteligencia y dirigido al estómago, un poco tramposo pero consciente del potencial artístico de la bajeza moral.

miércoles, 14 de diciembre de 2005

IRMA VEP

Irma Vep (1996)
Dir.: Olivier Assayas
Francia


Ver "Irma Vep" es como leer un apasionante ensayo sobre cine. Sobre cine francés, especialmente. Porque Olivier Assayas, a quien en principio hay que temer porque tiene entre sus credenciales la de ser crítico del "Cahiers du Cinema" (ahora repudiado por sus acomodados colegas), es un tipo muy inteligente. Probablemente, el guionista/director más inteligente de la última década. Y lo demuestra no sentando cátedra, sino invitando al espectador, en plan socrático, a que le ayude a solucionar las dudas que él mismo tiene sobre el cine. Quizá sus pelis se queden algo obsoletas con el tiempo, porque dependen y hablan mucho del contexto; pero ahora son cine moderno y que plantean lo que hay que plantear en este momento.



Irma Vep es el nombre del personaje protagonista de la ancestral "Les Vampires". Un director/autor francés vive fascinado con esa peli, y le proponen hacer un remake. La crítica dice que ya está acabado, pero aun así todos los que le rodean, aun dándole poco crédito, se desviven y centran el rodaje alrededor de su genio. No lo entienden, pero dicen que "seguro que hay algo se nos escapa". La peli le va saliendo chufa chufa, y el tío es un insoportable manojo de nervios, dolido porque ve que ya no tiene, o no se le reconoce, su toque. Siente el vacío de las imágenes. Y nadie entiende por qué ha elegido para hacer de Irma Vep, supuestamente una representación de los bajos fondos de París, a una china, Maggie Cheung (futura esposa de Assayas, por cierto), de quien se queda prendado tras verla obsesivamente en "The Heroic Trio".

Mientras se reparte caña a todos los estratos del cine (especialmente los endiosados directores, pero también a los caprichosos críticos o los retorcidos, decadentes y vacíos productores y demás; casi sólo se salvan los actores), seguimos a Maggie Cheung. Esta mujer es increíble. Se interpreta a sí misma, que viaja a Francia para hacer una peli de autor y nada más llegar la enfundan en un traje de latex porque el director quiere que se le ponga dura teniendo a una Catwoman asiática para él. Nadie le hace mucho caso, ella no habla francés y está totalmente perdida. Y aun así, va aguantando con una sonrisa, entre el sopor y la fascinación por el proyecto del director. Sólo ella cree en él. Y todo lo demuestra con una presencia apabullante y una actuación llena de matices. A la vez, puede estar aburrida, enfadada, ilusionada y curiosa. Y todo eso LO VES en su cara. Inmensa esta mujer.

Todo se desarrolla con un montón de niveles de lectura: desde la sátira al mundo del cine con ínfulas, al estudio del aislado personaje de Maggie Cheung, pasando por la crítica al soberbio estamento artístico. Todo envuelto en un lógico rencor hacia el ombliguismo de la gabachería. Hay un momento tremendo en el que un cínico crítico/periodista entrevista a Maggie, y el hombre se muestra obsesionado con John Woo. "Sus películas son coreografías de la violencia", no para de repetir. De repetir como un lorito arbitrarios encumbramientos de los que saben y haciéndolos propios, porque en 1996 se podía leer eso en todas partes. Pero la peli también nos mete como 2 minutos de "The Heroic Trio", ¿quiere también revindicarla? Y de la versión antigua de "Les Vampires" (que duerme letalmente a un auteur en su casa). ¿Quiere equiparar en dignidad todos estos tipos de cine? Barriendo para casa, yo diría que sí; no en vano, Maggie Cheung dice:
"Pienso que hay públicos diferentes a los que les gustan films diferentes. No hay nada de malo en eso".

Mucha gente encuentra aburridas las pelis del Assayas. A mí se me hacen muy cortas. Porque la gente habla mucho, dice muchas cosas, se plantean muchas ideas en las que pensar pero no da tiempo. No te deja espacio para pensar, apabulla. Y al final, te pregunta y te responde en la cara la clave de la película, lo que obsesiona al director del remake, cuando te enseña el montaje que ha hecho en medio de una crisis nerviosa: "Sólo imágenes. Sin alma."

Y ahora (es difícil sintetizar una película con tantas cosas), unas cuantas capturas gratuitas de Maggie Cheung. No por guapa, sino por lista y poderosa.










martes, 13 de diciembre de 2005

"Ordet" y las malas hierbas



Qué gran experiencia. Ayer tuve la suerte de ver "Ordet (La palabra)" en un cine. Me la conozco de memoria, y fue como si la volviera a ver por primera vez. No soy creyente, pero si vuelvo al camino del cordero de la fe alguna vez, estoy seguro de que será por culpa de Dreyer. Qué peli TAN perfecta, TAN intensa, TAN sincera. Una película grande en una pantalla grande es una cosa grande.

Aunque sea en uno de esos ciclos que hacen en mi ciudad (Alicante), que seguro que también hacen en otras, donde recuperan estrenos a los que nadie hizo puto caso, y te dejan descubrirlos por 2 euros. Y el "aunque" no es porque haya mala calidad de imagen o de servicio. Que a veces también. El "aunque" es porque estas sesiones son como encuentros en la tercera edad. Nada en contra de esto en sí; bastante mal lo tienen muchos de nuestros abuelitos como para encima criticarles por querer distraerse un rato por cuatro duros. Lo que pasa es que van por sistema, sin saber a qué se van a enfrentar. Y claro, hay ancianos progres, pero muchos otros no saben cómo reaccionar ante las barbaries del cine moderno y se dedican a ponerse de charreta con la comadre, o con los de las filas aledañas. Como si estuvieran dándose la paz en misa. Y a comer galletas. Y patatas. Jodidas bolsas de galletas y patatas. Dicho sea todo esto como una pataleta para demostrar que no sólo de odio al grupo de adolescentes vive el sufrido espectador de sala de cine. Que yo creo que los viejitos son hasta peores, sobre todo en salas de cine de autor; porque uno tiene recargo de conciencia criticándoles. También ha habido momentos entrañables, como cuando, en los últimos 15 minutos de "Audition", la sala se llenó de gritos y de "¡por favor!" y hasta se llevaron a una pobre mujer en brazos a punto de desmayarse. Ayer en concreto, viendo "Ordet", hubo abandonos constantes (no es una peli fácil), y en mi fila una señora no paraba de rascar algo con textura de lija que prefiero no saber lo que era. No importa. Dreyer nos redime a todos. La semana que viene, "Gertrud", no sé si iré porque es la única de este buen hombre que no me convence. Perfecta formalmente también, pero tanto como fría y vacía.

En el exilio he visto películas, claro. Algunas me han encantado (y os enlazo a algo que escribí, si hay):

Santo y Blue Demon contra los monstruos

Dans ma peau (muy mal rollo)



El luchador (Hard times)
El tiroteo (The shooting)
Un tipo genial (Local hero)
Trekkies
El mago de Oz (versión turca)
Lujuria para un vampiro (y la trilogía de la Karnstein en general)
Aflicción (la de Schrader)
Madame De... (la de Ophuls)
Hi, mom! (una acojonante peli de mi amado Brian DePalma, subversiva)
Los vikingos (de lo mejor en cine de aventuras)



Estrenos que SÍ:
Saraband (la emocionalmente devastadora nueva peli de Bergman)
El sabor de la sandía (años traumado por "Dong" odiando a este director, y ahora vuelvo a él y resulta que lo amo)
Stealth, la amenaza invisible
Extrañas coincidencias (I heart Huckabees)
Demonlover



Estrenos que NO:
La cosecha de hielo (un falso y lamentable intento de copiar a los Coen)
El secreto de los hermanos Grimm
Steamboy (laaaarga con dolor, ya vale de tanta traca, hombre)
Una historia de violencia (no por mala, que no lo es ni de coña; sino por impersonal y decepcionante)


Hale, ya teneis pa entreteneros.

lunes, 12 de diciembre de 2005

THE RASPBERRY REICH

The Raspberry Reich (2004)
Dir.: Bruce LaBruce
Alemania


O lo que es lo mismo, el Reich de la frambuesa.



"Raspberry Reich" es, en apariencia, una peli de porno gay. De hecho, hay otra versión para el mercado del hardcore. Yo nunca había visto nada de porno gay y la cosa es, al menos, curiosa y diferente al pornete de toda la vida (que tampoco me interesa, dicho de paso). La peli está toda grabada en vídeo, con una estética entre ultramoderna, subversiva, chic y amateur. Y en realidad, aunque tiene unos cuantos momentos bastante explícitos (los pirulos suelen aparecer con una foto de Blair o de Bush a modo de cartel decensored), es una sátira de la revolución.

Empieza con Gudrum, La Mujer, fornicándose a un tipo y gritando consignas antisistema como una perra. Se pasan los 10 primeros minutos de aquí para allá jodiendo como conejos, primero en el apartamento, luego en el ascensor delante de una pareja de ancianitos, luego en la calle, hala. Mientras, por la pantalla desfilan lemas revolucionarios (preferiblemente en rosa):
"¡Únete a la Intifada homosexual!"
"Mi único novio es la revolución"
"¡La masturbación es contrarrevolucionaria!"


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Tomando como ejemplo a la RAF o al SLA, la mujer de armas tomar (literalmente) se monta un grupo terrorista (ellos prefieren ser llamados activistas). Coge a unos cuantos mozos no muy listos y con pinta de actor porno, y los pone a follar entre sí ("¡la heterosexualidad es el opio de las masas!"), a secuestrar al hijo de un millonario (que, en realidad, ya está metido en la causa, en plan Patty Hearst) y, en general, a dar por culo al sistema. Porque la mujer odia el capitalismo, quiere establecer un nuevo mundo, centrado en el comunismo y en la liberación sexual más absoluta. Para Gudrum, quien no actúa como un sexoadicto bisexual, es un ser completamente alienado.

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Y así. Divertida, original, salvaje, y tocapelotas al estilo setentero. Casi, un nuevo John Waters. Todo como en plan gamberrada, pero que en realidad dice mucho de lo que a veces son los activismos en general: ganas de mojar el churro.


PD: Hay un cameo de Genesis P. Orridge (el/la de Throbbing Gristle y Psychic TV) dando noticias por la tele.

domingo, 11 de diciembre de 2005

¡Hola!

¿Qué tal?
Yo, bien.
Aburrido de algunas cosas, con necesidad de contar cosas y tal. Vamos, lo normal en la gente que se hace un blog. Que me fui a seguir expresándome a otros sitios, pero aquí se está bastante bien, muy como en casa.

Por lo menos tengo la excusa de que ha palmado el pobre Robert Sheckley, inspirador del título de esta casa con su libro (no me atrevo a llamarlo novela)"Trueque Mental". Pobre hombre, claro que 77 años era ya tener una edad. Y tenía achaques desde hace tiempo, sí. Su familia estará apenada. Yo, un poco también. Mira, voy a poner una foto suya; no es que fuera guapete el hombre, pero siempre es curioso ver las pintas que se gasta esta gente. El señor Sheckley parece que era escuela Asimov.



Mi intención es ser un poco más conciso que antes, más que nada porque así es más llevadero, para mí, actualizar; y para los que sigan este blog, leerlo con regularidad. Ahora, que no sé si podré porque soy pesado de cojones, y cuando me pongo ya no paro. Ves, si quería escribir dos líneas de "hola, nada, aquí", y ya estamos en los tres parrafitos. Y nada, que también hay intención (ah, "de buenas intenciones está el mundo lleno", que decía mi abuela) de tocar más a menudo otros temas aparte del cine, sobre todo discos y cosas que queman el cerebro y cosas que alimentan el cerebro.