jueves, 29 de junio de 2006

MASTERS OF HORROR: Todos los capítulos (y II)

(viene de aquí)


DEER WOMAN (John Landis) - Que Landis está muerto y enterrado desde hace muchos años es algo que se presupone con demasiada ligereza. Porque, aunque no ha estado a la altura de los 80, en los 90 "Innocent blood" o "La familia Stupid" fueron estupendas sombras de su época dorada: el talento cómplice de este hombre siempre ha seguido ahí. Y ahora lo ha demostrado con este episodio, donde retoma el espíritu de su "Hombre-lobo en Londres" (referencia directa incluida), sabiendo que tomarse en serio a sí mismo sería un suicidio. Y no lo hace, y monta el capítulo más divertido de la serie, metiéndose de lleno en la parodia por momentos (¡las reconstrucciones de los hechos en el camión!), con la sangre y el erotismo muy presentes, flojeando un poquito solamente en los momentos de puro terror. Estoy convencido de que si Landis hiciera 5 pelis cada 5 años, al menos una o dos serían memorables. 7/10

CIGARETTE BURNS (John Carpenter) - Y estas son las palabras mayores. Carpenter es un gigante del cine, que conserva la intensidad y la pasión del principio intactas, sumadas a una técnica depuradísima. Un genio narrativo, que además aquí se desmarca con conceptos casi cronenbergianos, auténtico amor sin medida por el cine, y una inteligencia que se sale de los medidores. Inabarcable, probablemente su mejor peli desde "La cosa", "Cigarette burns" es un brutalmente sangriento y épico homenaje a los degustadores y a los creadores de cine, que hay que verlo para creerlo. Udo Kier protagoniza una imagen poderosísima llamada a entrar en la historia del género, dándole sentido a la expresión "hacer películas con las vísceras"; que es lo que, sin descanso, ha hecho siempre Carpenter. 9,5/10


THE FAIR-HAIRED CHILD (William Malone) - El director menos conocido del pack, Malone es adalid del efectismo videoclipero a lo Balagueró pasado por la MTv. Y, aun así, hace un episodio entretenido y modernete para adolescentes actuales, más o menos disfrutable y con cierto mal rollo artificial. 6/10

SICK GIRL (Lucky McKee) - Lo que muchos esperábamos: la confirmación de McKee después de la adorable "May". Sigue caminos parecidos a los de su primera peli, con el mismo romanticismo raro y con un toque más marcadamente fantástico y lésbico. Angela Bettis se come la pantalla con su voz de camionera, que no encaja en ese cuerpo, en una historia de insectos de otro mundo, de degeneración y de amor. Conforme avanza todo, también lo hace la pena del espectador y la tensión expectante, y McKee es lo bastante listo como para hacerlo terminar de la mejor forma posible: a lo bruto. Y es lo bastante amante del cine italiano como para saber de las bondades del final doble. 7/10


PICK ME UP (Larry Cohen) - Reinventa el subgénero psychokiller un poco al estilo del primer episodio, aunque con más desvergüenza todavía. Cohen es un gamberrete que siempre cae bien al fan, porque tiene ritmo y la cara lo suficientemente dura para saber que la credibilidad y la seriedad a menudo son aspectos secundarios. Violento y juguetón, con la siempre deseada Fairuza Balk y dos carismáticos psicópatas, retuerce una historia en apariencia sobada para dar el capítulo más divertido junto al de Landis. 7/10

HAECKEL'S TALE (John McNaughton) - John McNaughton es uno de los mejores directores americanos de los 90, por mucho que su prestigio apenas vaya más allá de "Henry". Por eso, aunque ahora ande perdido, se esperaba que pudiera hacer algo opresivo con una historia de zombis pervertidora del espíritu gótico. Pero no lo hace, y le sale una cosa sosilla y poco trabajada, con puntuales momentos de depravación extrema (la espectacular orgía en el cementerio y el epílogo). ¿El problema? No es por quitarle culpa a McNaughton, porque si no hay pulso en la dirección no lo hay, pero Mick Garris era el encargado de adaptar una historia de Clive Barker, y una vez más lo hace de forma pajillera y sin más chicha que la de una mujerzuela. 5/10

IMPRINT (Takashi Miike) - Y acabamos con el segundo Titán de la serie, Takashi Miike. Un poco al estilo de "Box" (su parte para "Three... extremes") pero con más historia, "Imprint" es un exceso esteticista y sádico, con una perfección formal y una elegancia narrativa únicas, que abruman y que hacen pensar que Miike hasta ahora sólo estaba tomando contacto con el cine, y todavía tiene que desplegar su verdadero talento. Enfermizamente colorista, terrorífica y romántica al límite, sin una sola concesión y con una secuencia de tortura tan insoportable como hermosa. 9/10

martes, 20 de junio de 2006

MASTERS OF HORROR: Todos los capítulos (I)

Cuando salió la noticia de una serie de televisión con capítulos dirigidos por los realizadores más míticos del cine de terror moderno, los fans de todo el mundo nos volvimos locos por la idea. La serie en sí, una vez vista, es irregular y mucho menos apasionante de lo que se podía esperar, demostrando (como sus filmografías) que los directores que participan son en su mayoría de segunda división. La única obligación impuesta por los productores parece la de meter sangre y tetas como nunca se ha visto en algo hecho para la tele, y siempre se agradece un poco de subversión. Los FX son de lo mejor que se ha visto, y demuestra que es un campo en el que se puede alcanzar la perfección si se olvidaran un poco de los efectos por ordenador. Pero a pesar de la aparente libertad que les dieron a los muchachos tras las cámaras, sólo los más inteligentes del grupo (Carpenter, Miike...) se tomaron el proyecto como la posibilidad de hacer mediometrajes con el mismo mimo que le pondrían a cualquiera de sus pelis; y de hecho, los capítulos que lo merecen son vistos en pantalla grande en festivales afines. Otros, aunque con variaciones, se limitan a cumplir, en general cubriendo el entretenimiento, pero sin atreverse con nada innovador ni demasiado memorable. Incluso una serie parecida pero menor como "Night Visions", aunque con menos calidad, se esfuerza en ser más original en conjunto. Al final, "Masters of Horror" sirve para distinguir a los verdaderos directores y viejas glorias de los profesionales con suerte, a los niños de los hombres.


INCIDENT ON AND OFF A MOUNTAIN ROAD (Don Coscarelli) - Muy prometedor comienzo, del siempre original y personal Coscarelli, con mucho que ofrecer para una mirada que vaya más allá de lo superficial, y que aquí con cuatro cosas le da la vuelta al género del psychokiller. Convierte al asesino no en el centro de la historia, sino en un elemento secundario, una excusa para que suceda todo lo demás. Sin origen ni explicación necesaria, el pobre matador es casi más la víctima, un personaje que se ve atrapado en una situación que no quería. Y tiene muchísimo mérito proponer algo nuevo en un subgénero tan oxidado como éste. 7'5/10

DREAMS IN THE WITCH HOUSE (Stuart Gordon) - Partiendo del mejor relato de Lovecraft (y por extensión uno de los mejores jamás escritos), Gordon hace una directa-a-vídeo, funcional y sin el mínimo esfuerzo por decir algo nuevo que justifique haberla rodado. Algo más fiel de lo que se podría esperar, no tiene ninguna de las escasas virtudes de Stuart Gordon, como podría ser la facultad de crear ambientes malsanos y que ponen nervioso. Aquí todo transcurre como en un telefilm, con ritmo pero sin alma. 4,5/10

DANCE OF THE DEAD (Tobe Hooper) - En principio, una irritante masturbación videoclipera de Hooper, que si se analiza punto por punto (el horrible montaje, la dirección petarda, la fotografía moderna mal entendida) es una basura insalvable. ¿Qué ocurre? Que Hooper tiene un instinto especial y, aunque cuando quiere hacer algo no le sale, a nivel inconsciente hace funcionar casi cualquier cosa. Y ese talento innato es lo que consigue que la atmósfera histérica de decadencia postapocalíptica funcione perfectamente, nos mete en ese mundo enfermo a correr drogados en ese coche, y sabemos que lo que vemos y lo que sentimos es lo que veríamos y sentiríamos de estar ahí. 7/10


JENIFER (Dario Argento) - Mediocre. La mayor decepción de toda la serie, un auténtico maestro en horas bajísimas, que parece renegar de toda la personalidad que le hizo grande. Porque, ahí está el problema, esto no parece de Argento, parece de cualquiera. No hay una sola escena de cámaras imposibles, ni un solo asesinato rodado con la misma premeditación que se comete. Lo único que mantiene esto es una impactante labor de maquillaje y FX sanguinolentos, y algo de sexo chungo que da cosica. Por lo demás, ya le vale a Dario, a ver si se da un golpe en la cabeza y recuerda quién es. 5/10

CHOCOLATE (Mick Garris) - El caramelo del nene, la exigencia del creador (Mick Garris) para montar la serie: ser considerado un grande. Por supuesto, no lo es. Ni siquiera es un mediocre, sino un pobre patán. Un engendro aburrido que además cuenta una historia que ya huele, y que parece una simple excusa para enseñar cuantas más tetas mejor en el menor tiempo posible. Lo que no estaría mal en sí mismo, pero Garris se toma en serio y se cree que está haciendo algo de verdad, cuando es un gargajo más en la cara del género. El peor episodio con diferencia. 2'5/10

HOMECOMING (Joe Dante) - Después de Coscarelli, sólo Hooper (y a su pesar) conseguía levantar el nivel, y la serie se estaba yendo a un abismo peligroso que sólo decepcionaba más y más. Por suerte, lo malo ya ha pasado y sólo falta lo mejor. Como esta historia de zombies usados como arma política, original y encantadora. Pone patas arriba, aunque con algo menos de acidez de la esperada, la democracia americana y el subgénero de zombies, y además divierte con respeto al fan menos exigente. Si acaso, se puede alegar que casi todo el mérito viene del relato en el que se basa, pero Dante sabe de qué va la cosa, es uno de los nuestros y siempre cumple. 8/10


(continúa aquí)

lunes, 19 de junio de 2006

Extraño suceso ocurrido en Alicante el 6/6/06

Que el pasado 6 de junio fue el Día de la Bestia es algo que ya sabe todo el mundo. Por desgracia, el Mal no se esparció por la Tierra ni pasaron cosas relacionadas con Satán. Yo os voy a contar una. No es leyenda urbana, es de primera mano. Frente al sitio en el que estoy trabajando hay unos cines. Ocurrió allí. A mitad de la tarde del día 6 llegó la policía alertada por un objeto misterioso que se había encontrado en la sala en la que se proyectaba "La profecía". Entre todos los curiosos, resultó que mi jefe era bastante amigo de uno de los polis, y le preguntó lo que pasaba. ¿Qué se había encontrado? El policía contó la verdad: en una butaca, había aparecido un sobre con el 666 escrito (si con sangre humana o no, ya lo dejo a la imaginación de cada uno). Dentro del sobre había dos cosas: un billete auténtico de 500 euros y una cinta de cassette. Aporten sus teorías.

domingo, 18 de junio de 2006

POISON

Poison (1991)
Todd Haynes
USA

elink (doblada al castellano, por una vez)


Primer largo de Todd Haynes, que cuenta tres historias que son en realidad como tres pelis diferentes. "Home" es sobre un niño que mató a su padre y desapareció, y está contada como un docudrama, donde descubrimos cómo era el monstruito (deudor de Michael Myers) por los testimonios de quienes le conocían. El prota de "Horror" es un científico que consigue sintetizar el impulso sexual y, en un arrebato de lascivia, se lo bebe y coge una especie de lepra contagiosa; Haynes mimetiza el estilo de la ci-fi americana de los 50. Y "Homo" sucede en una cárcel, donde un tipo es vejado mientras se enamora de otro preso, abusón en su instituto; visualmente oscurísima, es como una fantasía homosexual masoquista. Ninguna de las tres historias está del todo bien desarrollada, y aquí está el principal defecto y a la vez virtud de "Poison": los personajes se explican y se entienden mucho mejor unos a otros que a sí mismos. Es decir, que para saber de qué va cada pedazo, hay que interpretarlos a partir de los otros. Y se demuestra así que tienen más en común de lo que parecía, y que las tres partes tratan sobre la sumisión y la absurda relación de poderes, el deseo sexual y su frustración, del instinto y de la degradación. De hecho, cada vez que se alcanza un momento interesante en una historia, se salta a otra, casi como un coitus interruptus. Esto hace que el seguimiento pierda algo de interés y no termine de funcionar emocionalmente, pero gane en originalidad. El sexo está siempre presente, sexo enfermo con leprosos o entre niños, o en constantes violaciones homosexuales; los fluidos que son clave en la trama son claramente reminiscentes del semen. Haynes dirige con estilo, a veces gratuito y poco pensado, consiguiendo algunas imágenes estupendas de puro cine de terror, y algunos efectismos; pero principalmente en la estructura ya hay destellos de la inteligencia que desarrollará con los años (sobre todo en "Lejos del cielo"). El único momento en el que consigue transmitir emoción es en el climax de las historias, donde por fin se deja llevar y se desata, y decide dar de lado al moderno estudiante de cine de finales de los 80 que tiene dentro para ser más sincero.

sábado, 17 de junio de 2006

GIANTS & TOYS

Kyojin To Gangu (1958)
Dir.: Yasuzo Masumura
Japón

elink (japonés)
subtítulos (inglés)



Japón a finales de los 50, invadido por el pensamiento colonial capitalista... ¡Giant! ¡World! ¡Apollo! Tres compañías que van a lanzar su nueva línea de caramelos, y que buscan el gancho que más venda y les otorgue más beneficios que a las otras. Los publicistas corren, se traicionan unos a otros, se corrompen, enferman con úlceras y destruyen vidas, también lo poco que hay de las suyas propias. Una chica de carisma incontable y dentadura destrozada se convierte en la imagen rompedora de World, la visten de astronauta porque el espacio aún no ha sido explotado comercialmente en Asia, diseñada para ser amada aún antes de saber quién es o para qué está ahí... para que todo el mundo compre caramelos. Pensando en ella. El dinero convierte lo bueno que tenía, sin cambiarlo, en malo, y nadie pierde la sonrisa, mucho menos el espectador, a quien se le queda congelada en la cara al ir dándose cuenta de las afiladas uñas de la, en apariencia, simpática aunque extraña película. No es más que una comedia loca al estilo de las que desmadran Hollywood en la misma época, es fácil pensar. De las que nos contagian la alegría de la explosión económica y la vida moderna. Pero no. El amor no es más que una treta por el beneficio, y las personas se convierten en compradores de caramelos potenciales, nada más. Y tampoco hay nada más fuera de las vidas de los que quieren obligarnos a comprar. Todos seguimos histéricos, el director Masumura mueve la cámara queriendo enseñarnos todo el tinglado a la vez. Hasta que llega la canción, una interpretación de la chica que decide lanzarse al mercado de la música, una canción sobre los negritos caníbales. Los traidores son traicionados o algo parecido, todos se hunden o es lo que queremos creer como humanos con sentimientos. Y todo se acaba, sólo para volver a empezar. Seguimos en Japón, 1958. Y no puedo hablar de "Giants & Toys" de otra manera, porque lo que digo es lo que hay.

Minicríticas

Si hay alguna razón para que actualice tan poquito últimamente es sobre todo, aparte de por pereza, porque no sé para qué puede servir una crítica, para qué escribirla. Que para alguien que escribe sobre, bueno, arte, es como para cualquier ser humano preguntarse acerca del sentido de la vida. La duda me viene porque llevo algún tiempo leyendo sobre el tema y, pensando mucho sobre ello, he llegado a la conclusión de que, al menos tal y como yo lo quiero hacer, la crítica de cine tiene una doble utilidad. Primero, tratar de convencer o descubrir al espectador incrédulo o prejuicioso, o a cualquiera con curiosidad, de que tal peli merece la pena ser vista (o no), y bajo qué perspectiva puede ser apreciada. No hacerlo por creer que tengo razón en mi opinión, este no es un blog ególatra; sino porque creo que puedo ayudar a una peli a ser valorada como creo que merece. Y en el caso de mi blog en particular, principalmente textos sobre pelis de las que hay poca o ninguna información en castellano. La segunda utilidad de una crítica sería aportar nuevos puntos de vista para quien ya haya visto la película, hacer notar aspectos que se pueden haber pasado por alto o proponer otra forma de interpretarlos. Y eso es todo, por el bien del cine. Hay tantas obras a descubrir, redescubrir, reivindicar, o simplemente sobre las que decir algo...

Tengo muchísima necesidad de escribir, pero a menudo impone el tener que sentarse delante del ordenador a soltar las parrafadas que suelo soltar, y el cansancio del calor y la vida urbana no ayudan. Así que he decidido, para volver a tener un ritmo más constante de actualización y para saciar sedes cinéfagas (mías y de quien me lea), hacer textos más cortos. Intentando no perder la profundidad (o no) que tengan los textos más largos que suelo poner; y nunca está de más desarrollar la capacidad de síntesis, aunque se pueda interpretar como una concesión al medio (en parte lo es y es necesaria, internet se presta más a la información rápida). Para volver a actualizar la mayoría de días, las críticas serán más comprimidas, lo que significa un párrafo en lugar de cuatro, una foto en lugar de cinco, etc. Lo que no significa: la ausencia permanente de tochos rolleros ni, espero, mayor superficialidad. Puede que no sea la mejor opción y se pierdan ideas por el camino, pero ahora mismo es esto o nada. Y, por supuesto, si tiene que caer algún tocho, caerá.

viernes, 9 de junio de 2006

Las secuelas dominarán el mundo

Nunca he sido muy seguidor de las secuelas. Pensaba que había tantas ideas por plasmar en cine y tantas pelis por ver que, en general, eran una pérdida de tiempo. Además, solía identificar las segundas, terceras y hasta infinitas partes de una peli con slashers aburridísimos de los 80, errores de la industria ya desde su primera parte. Con los años, se educa y se perfecciona el gusto por la explotación comercial sin excusas, por el puro afán de hacer dinero y dar alimento al fan, y en esto nada mejor que una buena secuela desvergonzada. Entre repetitivos y clónicos estiramientos de psicópatas sin carisma, hay muestras de genuino bizarrismo, de saber lo que se está haciendo y lo que el público quiere. De cara dura, en definitiva.

En los últimos años parece que se ha perdido la inocencia en el cine fantástico, precisamente recuperando conscientemente esa inocencia perdida en los años 80 que, aun teniendo ya claros ejemplos del espíritu de explotación cómplice que ahora triunfa, permitió que tanta basura aburrida viera la luz del día. Ahora, ver una secuela con cierto presupuesto es casi garantía de diversión, de complicidad con los que la han hecho, porque todos queremos lo mismo. Lo que llama la atención al fan hoy día es que una secuela sea inferior y no vaya más lejos que la anterior. Una excusa tecnológica para entrar al demente mundo de las series de cine: los DVD grabables tienen más capacidad que los CDs, y una buena forma de llenarlos es hacerlos rebosantes de sagas. Algunas de las últimas secuelas que he visto, así aleatoriamente:


Misión: Imposible III (2006) - Adrenalina inyectada directamente en el culo, que hace que el corazón haga daño de tanta acción. Y el cabrito del director te persigue con un bate durante toda la peli, para que no pares de correr y no tengas un minuto de descanso. Junto con James Bond, esta saga es la muestra de que el cine de espías no tiene por qué ser el coñazo que siempre ha sido. Y aunque a De Palma no hay quien le sople, la tercera parte es un desquicie de épicas fantasmadas, hecho con y para pollas gordas.


Sleepaway Camp

II: Unhappy Campers (1988) - La primera parte era un divertido pseudo-slasher con final moderadamente impactante. Pero la saga cobra grandeza a partir de aquí. Desde el primer minuto, se sabe quién comete los crímenes, y la peli es una constante montaña rusa de asesinatos sangrientos, tetas, chistes malos y poca vergüenza. El espíritu referencial de "Scream" está presente ya, con un par de muchachos que se disfrazan de Jason y Freddy para darle un susto al psicópata, que les devuelve el chiste arrancándole la cara a uno de ellos y poniéndosela en homenaje a Leatherface. Inolvidable la canción del campista feliz. (aka Campamento Sangriento aka Campamento Sangriento 2)

III: Teenage Wasteland (1989) - Rodada apenas un par de meses después de la anterior, en el mismo escenario, es básicamente más de lo mismo, sin síntomas de agotamiento. Más macarrismo, campistas tetudas, comentario social de EGB, humor de festival y (afortunadamente) distancia con los slashers tradicionales. Tiene además una de las mejores frases de los 80: al ser asesinada la muchacha más tetona, el asesino le dice: "¡Tendrías que agradecerme que te haya matado, en un par de años tus tetas colgarían por debajo del ombligo!"


X-Men: La Decisión Final (2006) - Un rollo, una chusta que no entiende lo que tiene que ofrecer, con pretensiones de seriedad (más discretas y con resultados muchísimo mejores en las dos primeras partes), falta de acción, y dirección y guión ortopédicos. Lo que tendría que ser una concentración de personajes carismáticos, se convierte en un desfile de fantoches de hojalata; y lo que tendría que ser un espectacular sentido de la maravilla (¡la mutante más poderosa del mundo está desintegrando a un ejército armado con anuladores del gen mutante! ¡joder!), en la práctica ofrece la misma emoción que un telefilm pobre.


Noche De Miedo 2 (1988) - Una digna secuela que repite en gran parte la historia de la primera, y aun así consigue ser casi igual de entretenida. El vampiro más hortera de todos los tiempos (el patinador sidoso) se pasea entre decenas de máquinas de niebla, con fiestas ultracool que parecen los peores fumaderos de crack comparadas con las de "Blade", efectos gomosos y sangrientos, y carga sexual diluida por la moda de finales de los 80. Daba para más y es más larga de lo que debiera, pero recomendable.


Wizard Of Darkness (aka Eko Eko Azarak)

II: Birth Of The Wizard (1996) - Misa Kuroi es una adolescente japonesa con poderes mágicos, que se enfrenta a las fuerzas del mal por donde cae. Basada en un manga de los 70, la primera parte era una sencilla pero efectiva peli de instituto. Un gran éxito en Japón la convirtió en duradera saga (y hasta en serie de televisión), siendo esta segunda parte una precuela, que nos cuenta cómo consiguió Misa los poderes. Perdiendo parte del encanto de la original, debido al algo mayor presupuesto y a las referencias demasiado obvias que además no vienen a cuento (la sombra de Terminator se deja ver constantemente), una disfrutable peli de magias y demonios, sangrienta y con agradable fantasía oscura.

III: Misa The Dark Angel (1998) - La mejor de la saga. Nuevo director y nueva actriz protagonista, para una peli que parece dirigida por un Raimi o un Peter Jackson de vacaciones en Hong-Kong. Una historia de una institución femenina, que recuerda a "Suspiria" no sólo en el argumento sino en el fabuloso uso de los colores, aunque sin pretensiones. Entretenimiento de primera, con un ritmo imparable, un montón de japonesitas, monjes de cultos oscuros y hasta invocaciones a Dioses de los mitos de Lovecraft.

IV: Awakening (2001) - Nah, que llega un director modernete y cree que ya vale de descerebre de serie B, que la saga tiene potencial para explorar. Y una leche. Casi nada que ver con las anteriores, es un alegato de pacotilla contra el periodismo sensacionalista, aburrida y pretenciosa, dirigida por un tipo que cree estar por encima del material con el que cuenta. Un lamentable final (de momento) para un estupendo personaje.