jueves, 11 de enero de 2007

DEMENTIA

Dementia (1953 o 1955, según la fuente)
Dir.: John Parker, Bruno Ve Sota (según la fuente)
USA (esto es seguro :P)



A veces esto de buscar películas raras trae decepciones. Y estas decepciones duelen más que las que trae una película normal. Normalmente no pasa porque, aunque la obra no esté a la altura de lo esperado, se tiende a ser benevolente, a minimizar los fallos como pago al descubrimiento y a la sorpresa. Cada vez que me topo con alguna película realmente extraña y oscura, lo vivo como un regalo. El problema es que esa tendencia que tenemos los buscadores (a ver si me invento un buen nombre) a ser indulgentes con las rarezas, hace que nuestras opiniones no sean tan realistas o fiables como las que se puedan dar sobre una película normal.

"Dementia" es un caso claro de amor desmedido ante la rareza. Me atrevería a decir que es una de las primeras películas americanas realmente independientes, anterior a Cassavetes pero con algún punto en común, como la pasión por el jazz y cierto trasfondo beatnik. Son 56 minutos de cine sin diálogo, sólo con música y algunos efectos. Sin créditos. Es la historia de una mujer que vaga por unas calles peligrosas que sólo existen de noche; y sólo en su cabeza. Una mezcla de violento (¡una mano cortada!) y sórdido cine negro de serie B lleno de misterio, y surrealismo a lo Maya Deren. Eso dicen las crónicas, crecidas por el silencio que rodea a la producción, y por su, en apariencia, original planteamiento. No las puedo culpar. Pero, en realidad, "Dementia" es bastante más convencional de lo esperado. Sí, Freud encontraría un pasatiempo entretenido, como con el Hitchcock de psicoanálisis más barato. Pero las imágenes oníricas son muy inocentes, cuando no directamente burdas. La actriz principal es tan incapaz que uno no puede dejar de pensar en ello; su cara es lo único aquí que de verdad quita el sueño. El ritmo es tan cansino que parece durar tres horas y no una. El silencio no la hace muy especial, se muestra más bien como una excusa que la lleva a técnicas agotadas del cine mudo. Hay cosas ciertas en la leyenda: la fotografía, de un habitual de Ed Wood, podría pasar por expresionista. Las sombras, los escenarios y el orondo actor principal (se rumorea que también director) la emparentan con el Orson Welles de "Sed de Mal". Pero eso es todo. Quizá en una sesión en duermevela a las 3 y media de la madrugada funcione mejor, porque es una película del género altas horas de la noche, subgénero pesadilla por indigestión. En todo caso, hoy está obsoleta; tiene valor histórico, porque en la primera mitad de los 50 esto aparecería como surgido de la nada, algo aparentemente nunca antes visto. Hasta que se ve y se descubre que sí se había visto. Hoy es una curiosidad que se revela como otro producto más de una época, con buenas intenciones que era demasiado pronto para trasladar al cine.


[Más tarde se reestrenó como "Daughter Of Darkness", con una diferencia básica: contaba con la voz en off de Ed McMahon, en casi su primer trabajo. El DVD americano recoge las dos versiones, aunque ésta no la he visto, me da pereza]

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