La Terza Madre (2007)
Dir.: Dario Argento
Italia / USA
La película más esperada desde que se extinguieron los dinosaurios por los fans del cine de terror, junto con la cuarta parte de "Evil Dead", ya existe. La tercera parte de la trilogía de las Madres de Dario Argento. Para el no iniciado: las dos primeras, "Suspiria" (1977) e "Inferno" (1980), son dos de las muestras más recargadas, extasiantes y paralizantes que ha dado el género. Lugares comunes incapaces de transmitir la experiencia que suponen. Otro lugar común es que Dario Argento está en caída libre desde finales de los 80. Pero desde entonces, además de sus peores trabajos, ha hecho su peli probablemente más personal ("El síndrome de Stendhal"), la espectacular set-piece inicial de un asesinato de 20 minutos en "Insomnio", explicitudes rojo profundo en "Pelts", mal rollo sexual que le desconocíamos en la más bien mediocre "Jenifer"... todo eso y un giro progresivo de su sentido visual de artificiero hacia el funcional telefilm. Eso, y que el guaperas de Dario se ha convertido en un viejo verde.
La respuesta a la pregunta que todos nos hacemos: ¿pero "La Terza Madre" cumple o no? Sí, y no. Da todo lo que se le puede pedir al Argento del 2007, y algo más, pero no lo que nos daba el Argento de 1980. Es una película anacrónica, salida de otra época. De cuál, no lo sé. ¿Son descartes del Ken Russell de los 70? ¿Páginas sueltas de un cuaderno de notas que Argento llevaba en la época en que hizo "Phenomena"? ¿Una recopilación de tres capítulos no emitidos de "Embrujadas"? Su excentricidad es tal que camina sobre la fina línea del sentido de la maravilla y el del ridículo. Incluso se espera que salga en cualquier momento Udo Kier diciendo cuatro tonterías en una escena para justificar la coproducción. ¡Espera! ¡Si sale! Es una peli imposible de hacer hoy día que, sin embargo, se ha hecho. ¿Cómo tiene alguien, a estas alturas, los santos y aplaudibles cojones de hacer una peli de brujas malas y buenas, sectas de mujeres siliconadas, fantasmas consejeros, matones from hell, truquitos de magia ancestral (los jueguecitos de invisibilidad merecen levantarse y aplaudir) ...? La misma persona que saca veinte primeros planos de un mono con cara de mala hostia, o lo hace bajar por una cuerda. Sí, el mono baja por una cuerda en plan Geo, el mono asusta y salta. Y casi da risa, pero no: gana el poder de su símbolo y da miedo. ¿Pero qué ha hecho Dario Argento? No creo que ni él lo sepa. Así lo demuestra la descontextualización que uno ve en muchas escenas, especialmente en las postalitas del caos que causa el Mal traído por la llegada de la Mater Lacrimorum. "La Terza Madre" es un atropellado batiburrillo preapocalíptico, que hace un uso tan inconsciente y tontorrón como eficaz de la superstición rúnica. Dario Argento ha hecho lo que tenía que hacer: no cortarse. Ha dado rienda suelta a su imaginación de infantil crueldad que seguramente ni él recordaba tener. El ritmo decidida, y literalmente, infernal, es tan atropellado que, en conjunción con el estilo, podría pasar por una miniserie de dos capítulos de hora y media cada uno resumidos en 97 minutos. Ese ritmo, ese estilo y ese montón de chorradas sin pudor tornadas genialidades (o no) por el simple hecho de existir, podrían ser también un anime finisecular trasladado a imagen real.
¿Y el estilo? Ese fue su principal rasgo, podría decirse que lo único que sabía hacer; su atenuación (muy relativa) desnuda a Argento, magnificando sus defectos pero, también, permitiendo apreciarle otras virtudes. La fotografía y los colores irreales y dolorosos de las dos primeras partes ya no están. Pero, aun así, la peli tiene un tono cromático propio, más sutil y menos espectacular, lleno de sombras, que se intuye pensado y trabajado para la historia del fin de los tiempos, la llegada de "la era de las brujas", que se está contando. La cámara, antaño ojos de Argento, se limita aquí a cumplir. En los últimos años se podría decir que ha ido alejándose del manierismo en los movimientos y acercándose a una concepción más al estilo Romero, menos evidente, pero más centrada en trabajar el tono. Cada vez más pictórica y menos cinematográfica; y no es que antes no lo fuera, la pintura siempre ha sido influencia importante para él y otros italianos estetas del género. El problema es que Argento, aunque duela reconocerlo, no es un hombre especialmente inteligente, al menos no tanto como a veces él parece creer; y las cosas le salen mejor, con más autenticidad mezclada con un poco de garrulismo, cuando se deja llevar que cuando las piensa. En este paseo por la sobriedad formal (insisto: muy relativa) se acerca más a la factura televisiva, impersonal, que a la narración más depurada que a lo mejor ha pretendido estos últimos años. Y el haber trabajado varias veces para la tele recientemente no le ha ayudado en esto: hasta puede apreciarse algún corte que podría ser para publicidad en la estructura algo episódica, como de entre bloques de anuncios, de "La Terza Madre". Asia Argento, por mucha jamoneidad que posea, parece más una actriz de serie que otra cosa; además, parece que su cima de belleza y misterio ha pasado ya, no transmite bajos deseos, aunque puede que sea porque el personaje exigía cierta fealdad, o porque se autocontrolaba sin darse cuenta la lascivia delante de su padre. Quien, por cierto, la recorre breve e incestuosamente en una escenita de ducha. En conjunto, "La Terza Madre" es tan loca como sus antecesoras, más si cabe por el momento cinematográfico más conformista, tanto mundial, como local en Italia, como en la cabeza de Dario Argento. Es una peli muy imperfecta, algo gañana, apresurada; pero muy disfrutable en su valiente inconsciencia, probablemente más en un segundo visionado, probablemente menos a partir del cuarto.
martes, 29 de enero de 2008
LA TERZA MADRE
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1 comentario:
Hola Borja, esta peli la pueden ver en http://www.divxonline.info mi web preferida de pelis online.
Salu2,
Susi
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