Britt Ekland

Una sueca y no veo a Pajares y Esteso por aquí

Una de los trucos que más uso últimamente para encontrar pelis es el seguir la trayectoria de algún actor o actriz que me haya sacado los instintos en alguna cinta; o que al menos tenga cara de futura decadencia. Sobre todo si la peli se hizo en los 70 o finales de los 60 hay muchas posibilidades de encontrar un montón de basura en su filmografía en la que rebuscar. Confíen en mí y prueben el sistema.

La última actriz a la que he decidido seguir la pista es a Britt Ekland, de la que nunca había oído hablar conscientemente hasta que la vi en plan erótica diosa del folk pagano en "The wicker man". En las partidas de rol las hijas de los posaderos siempre son una garantía, y parece que en el cine también. Resulta que la jamona en cuestión estuvo casada con Peter Sellers, quien probablemente le hizo la vida imposible como a todo el mundo. La chica perdería la autoestima y se lanzaría a enseñar las tetas en coproducciones europeas; todo esto es un suponer en un psicoanálisis apresurado. Pero se confirma que la muchacha se quedó sin juicio porque después tuvo lío con Rod Stewart. Su momento de celebridad llegó, parece, haciendo de chica Bond en 1974.



En una primera incursión en su filmografía descubro, por ejemplo, que hizo una italianada con pretensiones llamada "I cannibali", y que sorprendentemente no va sobre caníbales y sobre fornidos americanos rubiales matando cerdos vietnamitas. Es una especie de adaptación de Antígona (la Ekland) en clave de alegoría política con cadáveres y quizá hasta zombis, con un gobierno fascista que rige la ciudad de Milán y deja que los muertos se pudran en las calles. Así que me voy a apresurar a encontrar ese prometedor engendro, que las alegorías setenteras en general y las políticas en particular suelen ser como tomarse un tripi y que entren ínfulas de comentario social, casi siempre expresado en mujeres bailando en bolas con el cuerpo pintado. Ya les contaré qué me encuentro en el armario de esta afrancesada nórdica de ojos gigantes y dientes de cantante de chanson; las recomendaciones serán bien recibidas. Uno se siente inevitablemente tonto descubriendo sex-symbols de esta calibre y de otro tiempo a estas alturas...



Datos aleatorios que se encuentran en internet: su supuesta dirección, por si alguien está en condiciones de stalkearla:
Britt Ekland
1888 N. Crescent Heights Blvd.
Los Angeles
90069-1647
USA

(Sí, las fotos son un burdo intento de atraer público poniendo muslamen, que tengo menos visitas que Terra Mítica en temporada baja)